La actriz italiana Gina Lollobrigida, una de las grandes estrellas de la historia del cine, falleció hoy con 95 años de edad en su casa de Roma, según anunciaron los medios locales.
“La Bersagliera nos ha dejado. Con profundo dolor dan el triste anuncio su hijo, Milko, y su nieto Dimitri. La familia pide en este momento de gran dolor, por parte de los medios, el máximo respeto”, reza una nota de la familia publicada por los medios italianos.
Lollobrigida, musa indiscutible de la cinematografía italiana y última diva de los Años de Oro de Hollywood, fue ingresada en septiembre en un clínica de Roma tras sufrir una fractura de fémur, por una caída doméstica, aunque recibió el alta.
Lollobrigida nació en Subiaco el 4 de julio de 1927 y, tras la guerra, en su juventud, se mudó a la cercana capital italiana, Roma, donde empezó a estudiar.
Está considerada una de las grandes actrices del cine italiano, desde sus inicios en 1946 en “Aquila neta” de Riccardo Freda hasta trabajar con algunos de los directores más renombrados, como Pietro Germi, Mario Monicelli, Vittorio De Sica o Mario Soldati.
Sus últimos años los ha pasado en su imponente villa en la Apia Antica de Roma acompañado por algún asistente, entre estos el joven Andrea Piazzola, de 35 años, acusado de expoliar su inmenso patrimonio.
Precisamente Piazzola ha sido llevado a los tribunales por los familiares de Gina, que obtuvieron la protección judicial de sus bienes.
Lo cierto es que en los últimos años la estrella, sobre la que pesaban indicios de demencia senil, se vio obligada a subastar su imponente joyero.
Parte importante de su patrimonio, como los muebles de su mansión, acabaron en un depósito custodiado por orden del juez, después de que la familia iniciara su ofensiva contra Piazzolla.
El joven de hecho no esconde su elevado nivel de vida y se le ve con frecuencia llegando a los mejores locales de la capital con coches de lujo y todo tipo de ostentaciones.