Un caso ha estremecido al mundo de la música y es que el rapero iraní Toomaj Salehi ha sido condenado a muerte por participar en protestas antigubernamentales en el 2002, así lo aseguró su abogado, dando paso a una indignación por parte de organizaciones de derechos humanos.
Fiel a las bases del rap, la música de Salehi ha sido muy dura en contra del régimen iraní. Asimismo, ha sido particularmente sincero y directo sobre el gobierno a través de sus redes sociales. Participó en las protestas de semanas de duración que se extendieron por todo el país tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, ocurrida en circunstancias sospechosas mientras estaba bajo custodia policial, y que dieron lugar a una brutal represión de las protestas por parte de las autoridades iraníes.
La fatal condena la pudo confirmar su abogado a través de la red social X, antes de Twitter, el pasado miércoles 24 de abril, día en que también de emitió una orden de ejecución después de que el rapero fuera detenido recluido en régimen de aislamiento y presuntamente torturado tras su detención.
De acuerdo con algunos medios locales, un tribunal de Isfahán anuló la decisión del Tribunal Supremo superior sobre el caso de Saleh el martes 23 de abril, confirmando el veredicto original de “corrupción en la tierra”. Como tal, se le impuso la pena máxima de muerte.
Salehi había pasado un tiempo en prisión el año pasado y fue liberado brevemente, pero según los testimonios de los testigos, fue arrestado de nuevo violentamente y enviado a prisión en Isfahán. Esto sucedió después de que revelara que fue torturado y puesto en confinamiento solitario durante 252 días después de su arresto en octubre de 2022, dijeron expertos de la ONU en un comunicado publicado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
“Condenamos enérgicamente la condena a muerte de Toomaj Salehi y la condena de cinco años al rapero kurdo-iraní Saman Yasin. Pedimos su liberación inmediata. Estos son los ejemplos más recientes de los brutales abusos del régimen contra sus propios ciudadanos, el desprecio por los derechos humanos y el miedo al cambio democrático que busca el pueblo iraní”, escribió la Oficina del Enviado Especial de Estados Unidos para Irán, en Twitter.