Japón y Holanda llegaron a un acuerdo con Estados Unidos para restringir el acceso de China a materiales usados en la fabricación de circuitos integrados avanzados, informó el domingo a The Associated Press una persona al tanto del pacto.
La persona habló a condición de guardar el anonimato porque el acuerdo no ha sido anunciado formalmente. De momento se desconoce cuándo es que las tres partes lo darán a conocer. La Casa Blanca se negó a comentar al respecto.
El gobierno del presidente Joe Biden impuso controles de exportación en octubre pasado a fin de limitar la capacidad de China de tener acceso a chips avanzados, que dice pueden ser utilizados en la fabricación de armas, para cometer violaciones a los derechos humanos y para mejorar la velocidad y precisión de su logística militar. Exhortó a aliados como Japón y Holanda a hacer lo mismo.
Beijing ha respondido con indignación, diciendo que las restricciones comerciales perturbarán las cadenas de suministro y la recuperación económica global.
“Esperamos que los países pertinentes hagan lo correcto y trabajen en conjunto para respetar el régimen comercial multilateral, y salvaguarden la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales”, manifestó hace unos días Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China. “Esto también servirá para proteger sus intereses a largo plazo”.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo el viernes que funcionarios de Holanda y Japón estaban en Washington para sostener pláticas encabezadas por el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, las cuales versarían sobre la “seguridad de las tecnologías emergentes”, las gestiones para asistir a Ucrania y otros temas.
“Agradecemos que hayan podido venir” a la capital de Estados Unidos y sostener este diálogo, añadió Kirby.
Kirby se negó a señalar si se llegó a un acuerdo para imponer controles de exportación más estrictos a la tecnología de los semiconductores. Biden se reunió por separado este mes con el primer ministro japonés Fumio Kishida y el premier holandés Mark Rutte para impulsar nuevas restricciones a los controles de exportación.