El presidente colombiano, Gustavo Petro, afirmó que cientos de miles de municiones han desaparecido de dos bases militares en el país sudamericano.
En un breve comunicado, Petro dijo que una inspección realizada este mes por el ejército encontró que cientos de miles de balas, miles de granadas y 37 misiles antitanques fueron robados de una base militar en el centro del país y otra cerca de la costa caribeña.
Petro, el primer presidente de izquierda del país, dijo que las municiones podrían haber terminado en manos de grupos rebeldes colombianos o haber sido vendidas ilegalmente a grupos criminales en el extranjero, incluidas pandillas haitianas.
“La única manera de explicar estos elementos faltantes es que existen redes formadas por personas dentro de las fuerzas armadas que están involucradas en el tráfico ilegal de armas”, dijo Petro.
Petro dijo que continuarían las inspecciones a las bases militares con el fin de separar a las fuerzas armadas de cualquier tipo de organización criminal.
La investigación se produce cuando Colombia reanuda los combates en el suroeste del país contra las FARC-EMC, un grupo rebelde que se separó de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia después de que firmara un acuerdo de paz con el gobierno en 2016.
Petro ha iniciado conversaciones de paz con algunos de los grupos rebeldes que quedan en el país desde que fue elegido para el cargo en 2022. Pero si bien en algunas zonas del país los combates entre el gobierno y los grupos rebeldes han disminuido, los críticos de la administración de Petro han dicho que estos grupos continúan extorsionando y secuestrando a civiles. Dicen que los altos el fuego vinculados a las conversaciones de paz han ayudado a los rebeldes a fortalecer sus posiciones y ganar más influencia sobre las comunidades.