En la Ciudad de México, las tarjetas de visitante por razones humanitarias expedidas en los últimos tres años se triplicaron, principalmente, por la migración masiva de ciudadanos haitianos.
De 2021 al 2023, el número de extranjeros que obtuvo un permiso de residencia por razones humanitarias pasó de 4 mil 430 a 20 mil 582, de acuerdo con una base de datos proporcionada por el Instituto Nacional de Migración (INM).
De acuerdo a ello, los permisos de residencia por razones humanitarias se dan temporalmente a los extranjeros solicitantes de asilo político o refugio, menores de edad no acompañados y extranjeros regulares que fueron víctimas o testigos de algún delito en territorio nacional.
Las autoridades señalaron que dicha tarjeta les permite acceder a servicios de salud y educación y conlleva un permiso de trabajo, por lo que obtenerlo es muy importante para muchos migrantes, quienes acusan que los trámites son tardados.
Tan solo el año pasado, 58 por ciento de las tarjetas otorgadas correspondió a migrantes haitianos, quienes, según testimonios, han huido de su país por la pobreza, la violencia y hasta por catástrofes naturales.
Las otras dos nacionalidades que más obtuvieron ese permiso fueron los venezolanos, con mil 835 y los afganos, con mil 390.
Los migrantes que pueden aplicar para obtener asilo en Estados Unidos deben tener un patrocinador financiero en ese país, someterse y aprobar las verificaciones e investigaciones requeridas, así como demostrar que la concesión de permanencia temporal está justificada, entre otros requisitos.
El primer cuatrimestre de 2024 muestra una tendencia a la baja en contraste con el aumento en la expedición de tarjetas de visitantes por razones humanitarias registrado en años pasados.
De acuerdo con los datos proporcionados por el INM, entre enero y abril de este año, en la Ciudad de México sólo se han otorgado 49 de esos permisos.
A la falta de tarjetas se suma la falta de atención en la Comar, que desde la semana pasada dejó de despachar en su sede de la colonia Juárez, y las pocas citas que da el gobierno estadounidense a través de la aplicación CBP One.