Los empleados de la emisora pública de radio y televisión de Eslovaquia realizaron una huelga de tres horas para protestar por una polémica reforma de sus servicios, una medida que, según los críticos, daría como resultado que el gobierno tomara el control total de los medios. El gobierno de coalición del primer ministro populista Robert Fico aprobó la medida el 24 de abril y actualmente se está debatiendo en el parlamento.
El plan ha sido ampliamente criticado por la presidenta Zuzana Čaputová, los periodistas locales, la oposición, los medios de comunicación internacionales y la Unión Europea.
El director general Ľuboš Machaj afirmó que respeta el derecho de los empleados a protestar. “Nuestras sugerencias sobre el plan no han sido respetadas”, dijo Machaj.
Los cambios propuestos significarían que la emisora pública conocida como RTVS dejaría de existir y sería reemplazada por una nueva organización.
Los manifestantes marcharon por la ciudad hasta reunirse frente al Ministerio de Cultura. Exigen que el actual sistema RTVS debe permanecer en funcionamiento, que la emisora tenga las finanzas para funcionar eficazmente y que sus periodistas no sean atacados por políticos y otros.
El plan de adquisición fue redactado por la ministra de Cultura, Martina Šimkovičová, que representa al Partido Nacional Eslovaco, miembro ultranacionalista del gobierno de coalición. Ha trabajado para un medio de televisión por Internet conocido por difundir desinformación.
Šimkovičová dijo que la emisora actual únicamente da espacio a las opiniones dominantes y censura el resto. La emisora ha negado la afirmación.
Según su plan, la nueva emisora de radio y televisión eslovaca, o STVR tendrá un director seleccionado por un consejo cuyos nueve miembros serán nominados por el Ministerio de Cultura y el parlamento. El actual director tiene un mandato parlamentario hasta 2027.
Miles de personas se han manifestado repetidamente en la capital en manifestaciones de protesta organizadas por el principal partido opositor Eslovaquia Progresista y otros.
El partido liberal pro occidental acaba de ganar las elecciones al Parlamento Europeo por segunda vez consecutiva, consiguiendo seis escaños y derrotando al partido izquierdista Smer, o Dirección, de Fico, que obtuvo cinco escaños, dos más que hace cinco años.
A los críticos les preocupa que Eslovaquia, bajo Fico, abandone el rumbo pro occidental del país y siga la dirección de Hungría bajo el primer ministro populista Viktor Orbán.