El Papa Francisco ha nombrado al antiguo secretario del difunto Papa Benedicto XVI, quien fue enviado de regreso a su Alemania natal sin una nueva asignación el año pasado después de que se peleó con el actual pontífice, como representante diplomático del Vaticano en los Estados bálticos. El Vaticano anunció en su boletín que el arzobispo Georg Gänswein fue nombrado nuncio papal en Lituania, Estonia y Letonia.
El Papa Francisco destituyó a Gänswein de su trabajo en el Vaticano el año pasado y le ordenó regresar a su diócesis de origen, Friburgo, en el suroeste de Alemania. La archidiócesis de Friburgo dijo el verano pasado que no le darían un trabajo permanente allí, sino que dirigiría los servicios regulares en la catedral de la ciudad y podría asumir tareas individuales, como confirmaciones.
Su expulsión del Vaticano se produjo tras una disputa muy pública que culminó con las reveladoras memorias de Gänswein, que eran muy críticas con el Papa Francisco.
Las especulaciones sobre el futuro de Gänswein se arremolinaron tras la muerte de Benedicto a finales de 2022, y se profundizaron una semana después con la publicación de las memorias del arzobispo, “Nothing But the Truth: My Life Beside Pope Benedict XVI”.
En el libro, Gänswein relata su vida al servicio de Benedicto, pero también como prefecto de la casa papal durante el gobierno de Francisco. Reveló intrigas palaciegas, saldó viejas cuentas y presentó a Francisco bajo una luz profundamente desfavorable, desmintiendo la noción cuidadosamente curada de que la convivencia de dos Papas, uno activo y otro retirado, había sido feliz.
Gänswein dejó de trabajar activamente como prefecto de la casa papal en 2020 tras la publicación de un libro anterior que le metió en problemas con Francisco, aunque oficialmente permaneció en el puesto hasta el año pasado.
Gänswein, de 67 años, se convierte ahora en el enviado del Vaticano a tres países que Francisco visitó en 2018.