El Secretario General de las Naciones Unidas recibió “con profunda tristeza” la noticia de que el terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que asoló el sur de Turquía y el norte de Siria provocó numerosas víctimas mortales.
Mientras continúan las tareas de rescate, en ese momento António Guterres cifró el número de fallecidos en más de 2300 personas e indicó que el de heridos es “altamente superior”. La cifra revelada por las autoridades supera los 3,500 fallecidos.
“Mi corazón está con el pueblo de Turquía y Siria en este momento trágico”, afirmó el titular de la ONU que envío su más sentido pésame a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos.
El Secretario General manifestó el compromiso de la Organización en apoyo a las tareas de respuesta mientras los equipos de las Naciones Unidas sobre el terreno evalúan las necesidades y prestan asistencia.
Asimismo, indicó que cuenta “con la comunidad internacional para ayudar a las miles de familias afectadas por esta catástrofe, muchas de las cuales ya necesitaban urgentemente ayuda humanitaria en zonas de difícil acceso”.
España a través de su ministra de defensa, Margarita Robles anunció el envió de dos aviones del Ejército del Aire a Turquía con más de 90 efectivos, especialistas en búsqueda y rescate. Francia colabora con 139 personas para ayudar en labores de salvamento.
Italia, Países Bajos, Polonia y Bulgaria también han enviado equipos de rescate para asistir a las autoridades turcas en la búsqueda de posibles sobrevivientes y también desaparecidos.
El organismo también coopera con la activación del satélite Copérnico para mapear la zona y establecer la zona de rescate.
El primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu aprobó el envío de ayuda a Siria, respondiendo así a una solicitud de Damasco a través de canales diplomáticos aunque los dos países no tienen relaciones oficiales. Sin embargo un funcionario sirio negó tal petición.
Israel también propuso su ayuda a Ankara: un equipo de rescatistas especializados viajo a Turquía y otro de ayuda humanitaria irá el martes, según el ministerio israelí de Relaciones Exteriores.
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha mostrado su “pesar” por las informaciones en torno al seísmo y ha lamentado que “el balance de muertos sigue aumentando”. “Mostramos nuestro pesar a los familiares y tememos por los que siguen atrapados. Alemania enviará ayuda”, ha manifestado en su cuenta en la red social Twitter.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha lamentado las “terribles imágenes que llegan de Turquía y Siria tras un terremoto de una fuerza inédita” y ha agregado que “Francia está dispuesto a entregar ayuda de urgencia a las poblaciones”. “Nuestros pensamientos están con las familias afectadas”, ha apuntado.
En esta línea se ha expresado el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, quien ha dicho que Londres “está dispuesto ayudar de cualquier forma posible”. “Mis pensamientos están con la población de Turquía y Siria, especialmente con los equipos de emergencia que trabajan con valentía para salvar a los atrapados por el terremoto”, ha destacado.
Por su parte, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, sigue “los acontecimientos en torno al terremoto que ha sacudido Turquía, cerca de la frontera con Siria”. “Expresa su solidaridad a las poblaciones afectadas. Protección Civil ha mostrado su disponibilidad para contribuir a la entrega de ayuda de primera necesidad”, ha indicado su oficina.
Poco antes, los gobiernos de Rusia, Ucrania e Israel habían ofrecido ayuda a Turquía, si bien sólo Moscú se ha pronunciado sobre un posible apoyo a Damasco tras el seísmo. Por su parte, la Unión Europea (UE) ha activado el Mecanismo de Protección Civil para coordinar la respuesta al terremoto, según ha confirmado el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic.
Buscan sobrevivientes en Turquía y Siria tras terremoto que dejó más de 3.600 muertos
Socorristas y civiles escarbaban el lunes entre pedazos de concreto y electrodomésticos, quitando toneladas de escombros con las manos para encontrar a sobrevivientes atrapados por un devastador terremoto.
“¿Alguien puede escucharme?”, gritaban los rescatistas mientras llevaban a cabo su búsqueda en la provincia de Kahramanmaras, el epicentro del sismo. En algunos lugares del sureste de Turquía se podían oír gritos que provenían de abajo de los edificios derrumbados.
Las labores de rescate se llevaban a cabo en momentos en que la oscuridad, la lluvia y el frío envolvían a las regiones de Turquía y Siria que quedaron devastadas por el terremoto de 7,8, y por otro de gran magnitud que remeció el lugar horas más tarde. Al menos 3.400 personas han muerto y los civiles se sumaron a los socorristas en sus esfuerzos desesperados en toda Turquía y Siria.
En otra parte de la provincia de Kahramanmaras, los socorristas sacaron con vida a dos niños de entre los escombros. Uno fue recostado en una camilla sobre el suelo nevado. Los rescatistas pedían silencio a la multitud que trataba de ayudar con el fin de escuchar a los sobrevivientes y localizarlos.
En Adana, alrededor de 20 personas, algunas de ellas con chaquetas de servicios de emergencia, utilizaron sierras eléctricas en la parte superior de las pilas de concreto para abrir espacio que permitiera a los sobrevivientes salir o que fueran rescatados. Más tarde se sumaron las excavadoras que trabajaban entre los escombros a la luz de grandes lámparas.
Miles de elementos de búsqueda y rescate, bomberos y paramédicos participaban en las labores en 10 provincias, así como unos 3.500 soldados. Los habitantes levantaban concreto y desenterraban a personas que escuchaban gritando debajo de los edificios. Las réplicas complicaban los trabajos de rescate.
Aviones ambulancia de las fuerzas armadas turcas transportaban a los heridos a hospitales de Estambul y Ankara, informó el Ministerio de Defensa. Rescatistas de todo el país trataban de movilizarse a las provincias afectadas en medio de intensas lluvias y nevadas. Pero muchos en Hatay declararon que no contaban con ayuda suficiente y expresaron preocupación sobre la extensa destrucción y las personas atrapadas en ella.
Un funcionario de la autoridad para el manejo de desastres de Turquía señaló que se ha rescatado a 7.840 personas en 10 provincias. El funcionario, Orhan Tatar, añadió que 5.606 edificios habían colapsado.
Señaló también que las afectaciones abarcaban una gran zona y había lugares de difícil acceso, pero que para la noche del lunes ya se había designado cuadrillas de rescate a todos los derrumbes.