Corea del Norte dijo que responderá a cualquier opción de las fuerzas hostiles con una contraofensiva más fuerte, advirtiendo de que aumentará su capacidad nuclear para hacer frente a la temeraria red de confrontación nuclear impulsada recientemente por los gánsteres militares de Estados Unidos y Corea del Sur.
Afirmaron que estos hechos demuestran que el plan nuclear de Estados Unidos y Corea del Sur está evolucionando en una dirección extremadamente grave.
“La escalada unilateral de la amenaza nuclear y la modificación provocadora de la postura nuclear por una parte ponen de relieve la necesidad de que la otra parte refuerce la disuasión nuclear de autodefensa y perfeccione los preparativos para una guerra nuclear”, indicó en un comunicado.
Las autoridades norcoreanas denunciaron que los provocadores actos de Estados Unidos han dado lugar a un preocupante entorno de inseguridad en la península sin tener en cuenta la paz y la estabilidad globales y el entorno de seguridad regional.
Pyongyang subrayó que su objetivo no es otro que defender los intereses de seguridad del Estado, así como la paz y la estabilidad regionales.
“Es deber constitucional de las fuerzas nucleares de Corea del Norte disuadir los ataques nucleares de cualquier forma y escala que planifiquen o intenten los Estados hostiles y defender la soberanía nacional y la integridad territorial del incierto entorno de seguridad actual y futuro”, agregó.
Aseveraron que el gobierno norcoreano está dispuesto a tomar las medidas más necesarias para garantizar su soberanía y sus intereses de seguridad y ha instado a Estados Unidos y sus seguidores a asumir toda la responsabilidad por las catastróficas consecuencias que traerá su imprudente acción.
Estas declaraciones llegan después de que los ejércitos de Corea del Sur y de Estados Unidos concluyeran los tres días de ejercicios militares conjuntos cuyo objetivo era integrar las fuerzas convencionales surcoreanas con las capacidades nucleares estadunidenses en lo que se trata de las primeras maniobras de este tipo en un momento de máxima tensión militar en la península coreana.
Durante las últimas semanas se ha registrado un repunte de las tensiones bilaterales, incluyendo el intercambio de globos con propaganda y basura. Asimismo, Seúl reanudó las retransmisiones de propaganda mediante altavoces en la frontera, retomadas el 9 de junio por primera vez en seis años, mientras que ha reiniciado sus maniobras con fuego real cerca de la frontera común.
Las autoridades norcoreanas han incrementado además sus lanzamientos de misiles balísticos y otros proyectiles, en lo que describen como una advertencia ante las acciones de Seúl y sus maniobras conjuntas con Washington. Ambos países siguen técnicamente en guerra, ya que la Guerra de Corea (1950-1953) terminó con un armisticio, sin acuerdo de paz hasta la fecha.