Regresa Donald Trump, con los ataques contra Kamala Harris, ahora la acusa del desplome de las bolsas. En varios mensajes publicados este lunes en Truth Social, el expresidente la emprende contra la candidata demócrata con su habitual catarata de mayúsculas, para atribuirle en exclusiva la jornada de pánico por el supuesto rechazo de los mercados a su candidatura.
El magnate ha bautizado la jornada como “el crac de Kamala”, una etiqueta que enseguida se convirtió en tendencia en la red social X, propiedad de uno de sus mejores propagandistas, Elon Musk.
“Kamala es incluso peor que Corrupto Joe [Biden]. Los mercados NUNCA aceptarán a la Lunática de Izquierda Radical que DESTRUYÓ San Francisco y California en su totalidad. ¡El siguiente paso es LA GRAN DEPRESIÓN DE 2024! No se puede jugar con los MERCADOS. ¡EL DERRUMBE DE KAMALA!”, dice uno de los mensajes, que amenaza con la inminencia de “una III Guerra Mundial si estos estúpidos siguen en el cargo”.
El fantasma de una conflagración mundial no es nuevo: fue una de las líneas de su discurso de aceptación de la nominación republicana en la convención del partido en Milwaukee, sembrado de bulos y exageraciones.
De culpar a los demócratas del incremento de los precios Trump ha pasado a vender su receta de prosperidad los votantes tienen una elección: la prosperidad de Trump o el crac de Kamala en busca del apoyo de los independientes o indecisos, que ambos partidos se disputan.
Muchos estrategas habían criticado la decisión de Trump de cuestionar la identidad racial de Harris, conscientes de que los ataques podían volvérsele en contra no entre su base conservadora, pero sí entre los independientes y los más jóvenes.
Pero con los datos económicos en la mano, Trump yerra el tiro. Pese a la volatilidad de las bolsas, el desplome parece haber sido impulsado por complejas operaciones internacionales, no por una pérdida de confianza en la economía estadounidense por los últimos datos de empleo, según la lectura del portal Axios Macro.
Los peregrinos argumentos económicos de Trump para arremeter contra sus rivales hallan en su promesa de bajar los tipos de interés si es elegido su expresión más clara, como prometió el miércoles pasado mientras la Reserva Federal mantenía el precio del dinero sin cambios.
Aunque ganara las elecciones, el republicano no podría recortar los tipos, que fija la Fed, autónoma y competente en cualquier decisión de política monetaria con independencia de la Casa Blanca y, por tanto, teóricamente libre de presiones políticas.