Decenas de miles de manifestantes se manifestaron contra la minería de litio en Serbia, a pesar de las advertencias de las autoridades sobre su supuesto complot para derrocar al presidente populista Aleksandar Vučić y su gobierno.
Vučić dijo anteriormente que los servicios de inteligencia rusos le habían avisado de que se estaban preparando disturbios masivos y un golpe de Estado en Serbia por parte de potencias occidentales no especificadas que desean expulsarlo del poder.
Después de que terminara una de las mayores protestas en el centro de Belgrado en años, algunas personas de la multitud marcharon hacia las dos principales estaciones de tren de la capital, prometiendo bloquear el tráfico ferroviario hasta que se cumplieran sus demandas de que se prohibiera oficialmente la minería de litio.
Los funcionarios del gobierno y los medios de comunicación controlados por el Estado han lanzado una gran campaña contra la manifestación, comparándola con el levantamiento de Maidán en la capital de Ucrania, Kiev, que llevó al derrocamiento del entonces presidente prorruso del país, Viktor Yanukovych, en 2013. Los organizadores de la protesta de Belgrado han dicho que la protesta sería pacífica.
La manifestación se produjo después de semanas de protestas en docenas de ciudades de Serbia contra un plan del gobierno para permitir la minería de litio en un exuberante valle agrícola en el oeste del país.
Este plan había sido descartado en 2022 después de que se celebraran grandes manifestaciones que incluyeron el bloqueo de puentes y carreteras clave. Pero el mes pasado se reavivó y recibió un impulso en un acuerdo provisional sobre materias primas críticas firmado por el gobierno de Vučić con la Unión Europea.
La nación balcánica busca formalmente la membresía en la UE, al tiempo que mantiene vínculos muy estrechos con Rusia y China. El memorando de la UE sobre la minería de litio y otros materiales clave necesarios para la transición verde acercaría a Serbia al bloque y reduciría las importaciones de baterías de litio y automóviles eléctricos de Europa desde China.
Si bien el gobierno insiste en que la mina es una oportunidad para el desarrollo económico, los críticos dicen que infligiría una contaminación irreparable en el valle de Jadar, junto con sus cruciales reservas de agua subterránea y tierras de cultivo.
Los habitantes del valle se oponen firmemente a la mina, que sería operada por la empresa minera multinacional Rio Tinto. Tanto el gobierno como la empresa han prometido los más altos estándares ambientales en el proceso de extracción, pero los opositores no han quedado convencidos.
El gobierno ha creado un equipo médico para controlar los posibles riesgos para la salud y un centro de llamadas para que los ciudadanos expresen sus preocupaciones, en un aparente intento de suavizar parte de la oposición.
El ministro de Minería y Energía de Serbia, Dubravka Đedović Handanović, dijo a principios de esta semana en una entrevista que Serbia no únicamente exportaría materias primas, sino que desarrollaría una cadena de valor en el país vinculada a la producción de baterías y vehículos eléctricos para ayudar a desarrollar nuevas tecnologías.
Sin embargo, los residentes del valle de Jadar dijeron que nada podría persuadirlos de aceptar la mina. Dijeron que estaban dispuestos a hacer todo lo posible para evitar que se abriera.