La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, realizó su primera aparición en la Convención Nacional del Partido Demócrata, que se está celebrando esta semana en Chicago para oficializarla como candidata a las elecciones a la Casa Blanca, y ha aprovechado este momento para agradecer el liderazgo histórico del actual presidente, Joe Biden.
“Quiero empezar celebrando a nuestro increíble presidente, que hablará más tarde. Joe, gracias por tu liderazgo histórico, por tu vida de servicio a nuestra nación y por todo lo que seguirás haciendo. Te estaremos eternamente agradecidos. Gracias, Joe”, dijo la vicepresidenta al tomar el micrófono en el escenario.
Harris se ha dirigido al público y ha aplaudido la belleza del país con gente de todos los rincones de Estados Unidos, hermanda por su visión compartida para el futuro.
Destacó que los estadounidenses tienen mucho más en común que lo que les separa, por lo que ha alentado a luchar por los ideales que tanto aprecian.
La convención se prolongará hasta el jueves, pero este día de apertura, sin ir más lejos, será testigo de la comparecencia del matrimonio Biden (Jill y Joe), que pronunciarán sendos discursos para declarar su respaldo definitivo y sin fisuras a su candidata ante la multitud congregada en el United Center de la ciudad.
Biden, de 81 años, ofrecerá un discurso con sabor a despedida tras medio siglo en la escena política, en el que hará un repaso de su gestión y que también simbolizará la transición generacional del Partido Demócrata.
El miércoles el gobernador de Minnesota, Tim Walz, aceptará formalmente la nominación a vicepresidente, mientras que el jueves 22, clímax del evento, será el día en que Harris sea designada oficialmente como candidata del partido frente a Donald Trump, del Partido Republicano.
La nominación es un hito en la carrera de Harris y corona uno de los meses más agitados de la política estadounidense, en el que la vicepresidenta eclosionó luego de que Biden, acosado por los cuestionamientos a su avanzada edad, decidiera poner fin a su aspiración de un segundo mandato.
La abogada de 59 años ha revitalizado al Partido Demócrata, cuando muchos comenzaban a resignarse a un escenario de derrota.