Mientras Trump hablaba, Harris negaba con la cabeza en señal de desaprobación y, dirigiéndose directamente a la cámara afirmó: ‘Esta noche van a escuchar lo mismo de siempre: un montón de mentiras, agravios y descalificaciones’.
Donald Trump acusó a los inmigrantes que llegan a Estados Unidos de comerse los perros y los gatos de los ciudadanos que viven en las ciudades fronterizas, ante una atónita Kamala Harris, su rival demócrata en las elecciones del 5 de noviembre.
Mencionó que en muchas ciudades le da vergüenza hablar de ellos, como en Springfield donde afirmó que los inmigrantes se comen las mascotas de las personas que viven en el lugar, algo que causa molestia en el país, así lo apuntó el expresidente haciéndose eco de una retórica racista.
Sin embargo el propio presentador de ABC News, David Muir, salió rápidamente a corregir al expresidente, y le mencionó que estuvieron investigando y no encontraron nada que se pudiera corroborar con lo que mencionaba.
El debate, el primero entre ambos, comenzó con preguntas sobre el estado de la economía, pero Trump rápidamente desvió la conversación hacia la migración, asegurando falsamente que hay millones de personas que están inundando Estados Unidos.
Mientras Trump hablaba, Harris negaba con la cabeza en señal de desaprobación y, dirigiéndose directamente a la cámara y a los estadounidenses que seguían el debate, afirmó: Esta noche van a escuchar lo mismo de siempre: un montón de mentiras, agravios y descalificaciones.
Harris afirmó que el gobierno de Biden tuvo que limpiar el desastre que dejó Donald Trump tras sus cuatro años en la Casa Blanca y acusó al expresidente de haber dejado a Estados Unidos con el peor desempleo desde la Gran Depresión, el peor ataque a nuestra democracia desde la Guerra Civil y la peor epidemia de salud pública en un siglo.
En respuesta a las preocupaciones de los estadounidenses sobre la economía, Harris prometió que impulsará la construcción de tres millones de nuevas viviendas en cuatro años y restaurará el Crédito Tributario por Hijos para que los estadounidenses puedan acceder a un crédito fiscal de hasta 3.600 dólares por hijo, además de ofrecer un crédito especial de 6.000 dólares para nuevos padres.
Mientras tanto, Trump prometió extender y ampliar los recortes de impuestos que ya aprobaron los republicanos del Congreso en 2017 siguiendo sus instrucciones.
Sugirió que incentivará el crecimiento económico mediante la deportación de millones de indocumentados, una medida que los economistas consideran que podría perjudicar el mercado laboral, y ha anunciado una expansión drástica de los aranceles sobre casi todos los productos extranjeros importados.
Trump ve estos impuestos como una forma de financiar otros recortes fiscales, reducir el déficit e incluso financiar el cuidado infantil, aunque estos aranceles podrían elevar los precios para los consumidores sin generar los ingresos prometidos.