Cientos de miles de miembros de grupos cristianos surcoreanos celebraron un servicio religioso en Seúl para protestar contra una histórica sentencia judicial que reconoce los derechos de las parejas del mismo sexo al seguro médico estatal.
Fue en julio que el Tribunal Supremo confirmó la sentencia de un tribunal superior que reconocía el derecho de las parejas del mismo sexo a recibir prestaciones del Servicio Nacional del Seguro de Enfermedad, medida que fue aclamada como una victoria para los derechos del colectivo LGBTIQ+ en un país que se ha quedado rezagado respecto a otros de la región.
Sin embargo este fin de semana el servicio religioso atrajo a cientos de miles de cristianos de todo el país, interrumpiendo el tráfico en varias carreteras principales del centro de Seúl.
Según la policía, asistieron 230 mil personas. Los organizadores, por su parte, afirmaron que habían participado 1.1 millones de personas.
Kim Jeong-hee, portavoz del comité organizador, dijo que el veredicto era inconstitucional porque el matrimonio entre personas del mismo sexo no ha sido legalizado, y que esta medida sacude los cimientos del país.
El tribunal había dicho que, al no haber cláusulas en la ley nacional del seguro de enfermedad que hagan referencia a la unión entre personas del mismo sexo, la denegación de prestaciones a esas personas constituye una discriminación basada en la orientación sexual.
Algunos participantes portaban pancartas que decían protejamos a nuestros hijos de la contaminación de género, la confusión de género y la destrucción de la división de género.
Una coalición de cientos de activistas LGBT y organizaciones católicas y anglicanas emitieron una declaración en la que criticaban el servicio conjunto por considerarlo un acto que niega los valores de inclusión, diversidad y respeto de los derechos humanos, y un intento de vulnerar los derechos humanos de la minoría en nombre de la mayoría.