El grupo había zarpado del campo de refugiados de Cox Bazar en Bangladesh con la esperanza de llegar a Indonesia o Malasia en busca de una vida mejor, cuando quedó varado en una isla en la provincia norteña indonesia de Aceh, dijo el jefe de la policía local, Nova Suryandaru.
“Los residentes los ayudaron porque se veían muy débiles por el hambre y la deshidratación”, dijo, añadiendo que, sin embargo, muchos lugareños se oponían a su estancia prolongada.
Entre febrero y octubre, 230 refugiados desembarcaron en el distrito de Aceh Oriental, y 173 de ellos abandonaron el refugio por su cuenta.
Alrededor de un millón de rohingya, predominantemente musulmanes, viven en Bangladesh como refugiados de Myanmar. Entre ellos, unos 740.000 huyeron de una brutal campaña llevada a cabo en 2017 por las fuerzas de seguridad de Myanmar, acusadas de cometer violaciones y asesinatos en masa.
La minoría rohingya de Myanmar se enfrenta a una discriminación generalizada y a la mayoría se les niega la ciudadanía.
Indonesia ha pedido ayuda a la comunidad internacional tras el marcado aumento de refugiados rohingya que abandonan los campamentos superpoblados de Bangladesh desde el año pasado.