La Fiscalía de Rumanía anunció este sábado el inicio de una investigación criminal contra cinco médicos sospechosos de reutilizar cientos de implantes extraídos de pacientes muertos.
Uno de los galenos, que trabajaba en un hospital de la ciudad rumana de Iasi, fue detenido a espera de una investigación por cargos de abuso de poder y aceptación de sobornos. La Fiscalía aclaró que el detenido supervisaba una red de cuatro médicos, quienes le proporcionaron implantes cardíacos extraídos de pacientes fallecidos sin la aprobación de sus familias.
Los fiscales sostienen que desde 2017 el detenido realizó 238 cirugías, utilizando ilegalmente dichos implantes u otros de procedencia desconocida, poniendo a sus pacientes en riesgo de sufrir graves complicaciones o la muerte. “Gran parte de los implantes recomendados por el médico no eran necesarios y fueron implantados por diagnósticos falsos o causados por medicamentos previamente recetados que desencadenarían síntomas específicos”, indicaron.
El sistema de salud de Rumanía es uno de los menos desarrollados de la Unión Europea, y se ha visto afectado por la corrupción, las ineficiencias y una gestión politizada. El Estado ha construido tan solo un hospital en las últimas tres décadas y destina pocos recursos al sistema sanitario, señalaron.