El equipo de Luis Enrique humilló a los también franceses para acceder a Octavos.
El PSG dio por finiquitada su repesca contra el Brest en otra goleada (7-0) que le coloca en octavos de final donde esperan el Barcelona o el Liverpool.
Carente de suspenso por el 0-3 de la ida, el partido solo sirvió para comprobar si Luis Enrique era capaz de mantener la tensión de sus huestes, si el Brest se despedía con una nota positiva de Europa y si los parisinos sumaban una séptima victoria consecutiva.
Además, se metieron en la historia de la Champions League con la segunda mayor goleada en una eliminatoria, fue un global de 10-0 que solamente es superado por el 12-1 que el Bayern Munich le propinó al Sporting Lisboa en la temporada 2008-2009.
Empata la mejor goleada en un solo partido de ‘nocaut’, por diferencia de siete goles también se llevaron la victoria Bayern ante Basel en la campaña 2011/12, los bávaros también ante el Shakhtar Donetsk en la 14/15, el Manchester City vs. Schalke en la 2018/19 y también los ciudadanos pero en duelo ante Leipzig en la 2022/23.
Además, igualó el segundo margen de victoria más amplio (junto con otros resultados por 7-0) y solamente quedó por debajo de lo hecho por el Liverpool, cuando le propinó un 8-0 al Besiktas en el 2007 y el 8-0 del Real Madrid frente al Malmo en el Bernabéu en 2015.
Poco le duró la moral al combinado bretón, que salió sin complejos, lanzado al área de Donnarumma, al que en el minuto 13 sorprendió Mathias Pereria Lage en un disparo a contrapié que Marquinhos sacó bajo los palos.
Esa jugada pudo dar oxígeno al Brest, pero a medida que pasaban los minutos la formación de Éric Roy fue dando un paso atrás, haciéndose pequeñita frente a la inmensidad de la tarea, del rival, del escenario, del marcador, abocado a evitar que el adiós a su primera experiencia en Europa fuera lo menos sonrojante posible.
Al final lo fue en exceso, merecida por lo visto en el campo, pero injusta porque empaña una gran campaña europea de un modesto que consiguió contra pronóstico meterse entre los 24 mejores, pero que quedó aniquilado por el vértigo de su gesta.
Si nadie daba un duro por ellos tras la ida, apenas consiguieron llevar la duda al Parque de los Príncipes.
Sin apenas tensión, el Brest fue sufriendo los zarpazos parisinos. Pudo ser Dembélé, en plena racha goleadora, pero fue Kvaratskhelia, la última incorporación a la armada parisiense, el que marcó el segundo, al aprovechar un centro de Joao Neves desde la derecha que parecía no tener destinatario, pero que, casi sin ángulo el georgiano aprovechó para estrenar su casillero en Liga de Campeones.
Pierre Lees-Melou permitió lucirse a Donnaruma en una de las pocas veces que el Brest asomó y Neves estrelló un balón en el larguero en el descuento.
Pero a los amagos visitantes respondía con hachazos letales el PSG: Vitinha marcó el tercero en el 59 desde la medular del área.
Desiré Doué, recién ingresado en el campo por Dembélé, aprovechó en el 64 un centro de Gonçalo Ramos, que también acababa de sustituir a Barcola. Mendes se apuntó al festival cinco minutos más tarde tras un pase medido de Achraf Hakimi.
Siete más necesitó Ramos para lograr el sexto, mientras que Mayulu cerró el festival en el 76.