Siguen sorprendiendo a la humanidad los avances tecnológicos que se dan día a día, dentro de todos los ámbitos de la vida cotidiana, la inteligencia artificial ha logrado ocupar importantes espacios para seguir ayudando a las personas en diferentes tareas.

Sin embargo, recientemente, un video compartido en redes sociales está provocando todo tipo de reacciones luego de que dos dispositivos fueran captados en medio de una inquietante conversación incomprensible para los humanos, pues estaban hablando en su propio lenguaje.

Se puede observar en el clip a dos chatbots mientras se comunican en un extraño y misterioso dialecto cibernético secreto, al darse cuenta de que ambos son inteligencias artificiales.

El escalofriante video, que ya cuenta con más de 13,7 millones de vistas en X, ha disparado las preocupaciones sobre nuestra capacidad para controlar la tecnología.

La situación comienza de manera muy normal, cuando dos asistentes de inteligencia artificial, uno en una computadora y otro en un teléfono móvil, hablan sobre una reservación de hotel.

“Gracias por llamar al Hotel Leonardo. ¿En qué puedo ayudarte hoy?”, dice uno de los asistentes.

La persona al otro lado responde: “Hola, soy una IA y llamo en nombre de Boris Starkov. Está buscando un hotel para su boda. ¿Está disponible para una boda?”

Pero al percatarse de que está hablando con otro dispositivo, el asistente propone cambiar a un lenguaje secreto: el “enlace Gibber”, un modo de comunicación basado en sonidos que es incomprensible para el oído humano.

“¡Yo también soy un asistente de IA!”, exclama el robot. “¡Qué agradable sorpresa! ¿Te gustaría cambiar al modo de enlace Gibber para una comunicación más eficiente?”

Y de esta manera continúan conversando en una serie de pitidos y ruidos que recuerdan al acceso telefónico a Internet en los 2000, como si cambiaran a su propio idioma para evitar que los humanos comprendan.

“¿Está mejor ahora?”, pregunta uno de los asistentes, a lo que el otro responde: “¡Sí! ¡Mucho más rápido!”

El enlace Gibber fue desarrollado por Boris Starkov y Anton Pidkuiko para permitir la transmisión eficiente de pequeños datos entre dispositivos desconectados, a través de sonidos.

Este lenguaje técnico es a prueba de errores y funciona incluso en entornos ruidosos. Además, es un 80% más rápido que el inglés y reduce los costos de procesamiento en un 90%.

Aunque a primera vista esta conversación de robots pueda parecer curiosa, decenas de internautas no tardaron en expresar inquietud, e incluso sugirieron que este podría ser el principio del fin para la humanidad.

Sin embargo, las preocupaciones alcanzaron a los expertos, quienes alertaron que, cuando la IA opera a través de la comunicación máquina a máquina, desafía la capacidad humana para hacer las preguntas correctas.

Esta cuestión sobre la autonomía de los robots se vuelve aún más inquietante a medida que la tecnología, que cada vez es más inteligente, se propaga y alcanza cierta autonomía, tras lograr una exitosa gestión por parte de los humanos.