Acompañada por alcaldesas y alcaldes, así como por los integrantes de su gabinete, la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, se pronunció, a nombre de todas las autoridades de la Ciudad de México elegidas democráticamente, en defensa de la soberanía y economía de nuestro país y de la capital, y en rechazo a la imposición unilateral e ilegal de aranceles a los productos mexicanos por parte de Estados Unidos.

“Nos unimos al llamado a la unidad nacional de la presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo. Nos unimos a la defensa de México, sin reservas ni condiciones”, declaró.

La mandataria capitalina destacó que la ciudad tiene la mayor economía del país y es epicentro de inversiones y negocios, y por sí misma contribuye con 16% al Producto Interno Bruto del país, además de que en 2022 la ciudad alcanzó un récord histórico en exportaciones. “

Y de manera enfática, puntualizó: “nos ponemos de pie a defender a la ciudad y a sus habitantes. Nos ponemos de pie para defender la economía de las familias. Nos unimos para trabajar con los sectores productivos, en acciones y estrategias que nos permitan disminuir los efectos adversos sobre la economía de la ciudad”.

Hizo un llamado de unidad a todos los habitantes de la ciudad, a los sectores productivos, sociales, culturales y educativos, en defensa de nuestra nación y de la economía, y convocó a respaldar y sumarse al llamado de la presidenta Claudia Sheinbaum para asistir el domingo 9 de marzo al Zócalo de la Ciudad y conocer directamente las medidas que implementará el país ante la imposición de aranceles.

Brugada Molina expresó, a nombre de las y los 16 alcaldes de la capital, que México es un país libre, democrático e independiente, que establece relaciones de respeto, diálogo y cooperación con las naciones del mundo; con plena soberanía e igualdad, por ello definió como ilegal la imposición de este tipo de impuesto por parte de Estados Unidos.

Puntualizó que la cooperación entre naciones es fundamental para afrontar los grandes desafíos que compartimos en la región de Norteamérica, es la clave que nos permitirá encontrar soluciones a los problemas en común y para atender sus causas.