Al menos un centenar de personas han sido damnificadas, además de ser dañados 20 efectivos que sufrieron daño por el humo y gases tóxicos.
Los equipos de bomberos buscan sofocar un incendio en el centro histórico de Lima que lleva ya seis días activo y afecta a varios edificios comerciales, informó uno de los jefes a cargo de la emergencia.
“Estamos tratando de terminar de sofocar el último foco del incendio”, dijo el brigadier Carlos Malpica, del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios de Perú.
Malpica indicó que el incendio está controlado en un 90%, pero un centenar de bomberos buscan llegar con maquinarias al corazón del siniestro removiendo escombros de edificios en parte colapsadas.
“No hay posibilidad de propagación, pero la extinción del incendio va a depender del volumen de agua y los accesos necesarios. En el peor de los casos podríamos llegar a sofocarlo el día martes”, señaló Malpica.
Los bomberos, con apoyo de un dron con cámara térmica, lograron localizar focos del incendio en diferentes niveles de uno de los siete edificios donde se originó.
El jefe de los Bomberos confirmó que unas 100 personas fueron damnificadas y 20 efectivos fueron contaminados por el humo y gases tóxicos.
“El primer riesgo es a la salud porque si no terminamos fácilmente esto va a humear prácticamente dos meses. Estamos respirando sillao (salsa de soya)”, dijo el comandante de Bomberos, Alfonso Panizo al canal de televisión Latina Noticias.
Según los bomberos el siniestro ha dejado siete edificios afectados y 5 con colapsos parciales. Hasta el momento se han utilizado 2 millones de galones de agua para combatir el fuego.
La Municipalidad de Lima instaló en una plaza cercana decenas de carpas azules con alimentos y agua para atender a los damnificados.
El fuego se originó la tarde del lunes en un depósito de juguetes y alimentos envasados que funcionaba sin licencia en un edificio de Barrios Altos.
Las llamas se propagaron rápidamente por entre las calles angostas de un sector donde están mezclados los almacenes con las casas.
Ante la magnitud de las llamas, varios vecinos alcanzaron a salir a tiempo con algunos enseres como neveras, sillas y colchones.
El fuego desató una humareda negra y tóxica visible a varios kilómetros.
La televisión registró el colapso de al menos cuatro edificios, que según Malpica no cumplían “con ninguna normativa”.
Casi medio centenar de unidades, en total unos 300 efectivos, atendieron la emergencia en los primeros días.
Según Mario Casaretto, designado por la alcaldía de Lima para gestionar la emergencia, la zona fue evacuada rápidamente, lo que evitó una tragedia mayor.