Después de 60 años en los escenarios, la banda alemana fue una de las encargadas de cerrar el primer día del festival musical
El mítico grupo Scorpions tomó el Escenario Amazon y se dio a la tarea de poner a rockear a 80 mil almas que abarrotaron el Estadio GNP Seguros en el primer día de la celebración de 25 ediciones del Vive Latino.
Despúes de 60 años en los escenarios, los alemanes tienen más energía que cualquiera de los chicos en el público. Coming Home fue la entrada de la banda después de tres años de ausencia de los escenarios mexicanos.
Con la imagen de un escorpión mecánico que iluminaba con sus ojos al público hacía que pareciera casi real con Gas In The Tank.
Muchos espectadores regresaron del segundo escenario, para acompañar a Klaus Meine, Rudolf Schenker, Matthias Jabs, Paweł Mąciwoda y Mikkey Dee.
La pantalla de en medio se convirtió en un centro de control y observación durante Make It Real, en la que las televisiones proyectaban todo lo que veían.

Klaus fue el encargado de dar la bienvenida al público reunido, en español se dirigió a todos reunidos; “Hola, México, ¿cómo están?, estamos contentos de estar aquí. Han pasado tres años desde la última vez”, dijo el vocalista solo para abrir la puerta a ese sonido inconfundible del heavy metal de Scorpions.
Tras seis décadas de locura en los escenarios, el Vive Latino fue solo una parada en su festejo de aniversario, una picadura pequeñita que tuvo rolas como The Zoo y Coast to Coast.
“Me gusta estar aquí”, dijo Klaus en español. “Ha sido mucho tiempo y no podíamos estar en un mejor lugar hoy que en la Ciudad de México”, subrayó el vocalista antes de darle vida a I’m Leaving You.
Delicate Dance le dio a la audiencia una probadita de lo que Matthias es capaz de hacer con su guitarra; Send Me an Angel puso a cantar a algunos fans de hueso colorado.
“Vamos a cantar está canción lo más fuerte que podamos, por la paz del mundo”, dijo Klaus cuando llegó Wind of Change —esa rola que se ha vuelto un himno por la paz—, la que arrancó el coro masivo y el clásico silbido al unísono, mientras un símbolo de amor y paz se proyectaba en las pantallas.
La velada con los alemanes se acababa, pero no podían dejar al público sin sentir la potencia de Tease Me Please Me, Big City Nights —con la icónica imagen de los anuncios luminosos de Las Vegas— Still Loving You y Rock You Like a Hurricane, con la que se despidieron.