Las jacarandas han comenzado a teñir a la CDMX de color morado.
Como cada año, y ante la inminente llegada de la primavera, la CDMX se vuelve un hermoso espectáculo visual, al teñirse las calles, parques y avenidas de color morado, gracias a las jacarandas.
Este fenómeno natural se ha convertido en parte de la identidad visual de la capital, indicando que la temperatura comienza a aumentar.
La llegada de las jacarandas es motivo en la CDMX de una gran alegría para todos los que viven aquí, y los visitantes a la ciudad.
Muchos mencionan que el espectáculo deja ver una hermosa estampa, cambiando el ambiente a su alrededor.
Esta especie no es nativa del país, llegó de Brasil y Argentina a principios del siglo XX, en manos del paisajista japonés Tatsugoro Matsumoto quién propuso su plantación en la CDMX como alternativa a los cerezos japoneses, que no se adaptaban bien al clima de la capital.
Por su resistencia, rápido crecimiento y llamativa floración, la jacaranda se integró perfectamente en el paisaje urbano, convirtiéndose en un símbolo de la primavera en la ciudad.
Con su distintivo color lila o morado de las jacarandas es el resultado de la estructura de sus pétalos, que contienen pigmentos llamados antocianinas. Estos pigmentos reaccionan con la luz solar y varían en intensidad según la temperatura y la humedad.
Las jacarandas florecen cuando las temperaturas aumentan y la humedad disminuye, lo que provoca la activación de su sistema fisiológico y la producción de flores antes de la brotación de hojas.
La floración de las jacarandas suele durar alrededor de dos meses, ofreciendo un respiro visual y emocional a los habitantes de la capital.
Este espectáculo natural es una oportunidad para recorrer la ciudad y disfrutar de algunos de los lugares más emblemáticos donde los árboles adornan el paisaje: Paseo de la Reforma, Parque México y Parque España, Ciudad Universitaria, Coyoacán y San Ángel