Ucrania pidió este jueves en el Consejo de Derechos Humanos el establecimiento de un tribunal especial de alcance internacional para juzgar los crímenes de Rusia en su territorio, incluida la deportación de niños ucranianos para ser adoptados por familias rusas y hacer desaparecer su identidad nacional.
“En un año Rusia ha cometido 70.000 crímenes contra la humanidad en Ucrania. Les pido que me digan cuántas fosas comunes más hay que descubrir hasta la liberación total de los territorios ucranianos”, dijo la viceprimera ministra de Ucrania, Emine Dzhaparova, en un videomensaje al Consejo, que se reúne en Ginebra.
“Lo peor es la deportación de miles de niños a Rusia para su adopción forzada por parte de familias rusas para criarlos de espaldas a su patria”, agregó.
Dzhaparova dijo que estos actos caen dentro de la definición de genocidio y pidió que se establezca “un tribunal especial que juzgue los crímenes perpetrados por Rusia”.
Según Dzhaparova, la incapacidad internacional de responder a la anexión de Crimea por parte de Rusia ese año “llevó a una guerra más amplia, ya que la naturaleza de la agresión siempre es la misma. Cuando no se detiene, se convierte en más grande”.
La llamada “fórmula de paz” del Gobierno ucraniano reclama la retirada de todas las fuerzas rusas de su territorio, incluida la península de Crimea.
Por otra parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se reunieron brevemente el jueves en una cumbre de cancilleres del G20 en India, en la primera reunión de alto nivel entre los dos países en meses.
Según funcionarios estadounidenses, Blinken y Lavrov charlaron durante unos 10 minutos en un aparte de la reunión del Grupo de los 20 en Nueva Delhi. El breve encuentro coincide con el enfriamiento de la relación entre Washington y Moscú y el aumento de las tensiones por la guerra de Rusia en Ucrania.