Un virulento incendio se desató durante la noche del jueves en el centro de Hong Kong. Se trata de un rascacielos en construcción ubicado en el barrio de Kowloon, uno de los principales distritos comerciales de la ciudad frente al puerto Victoria.
Según reportó el medio South China Morning Post, las llamas comenzaron cerca de las 23:10 horas en uno de los andamios de bambú y, rápidamente, se extendieron por los pisos y los objetos del edificio en Middle Road, considerado un “ícono portuario”.
Hasta el momento, las autoridades han informado de dos heridos que fueron trasladados al Hospital Queen Elizabeth, en Yau Ma Tei, aunque no ha trascendido su estado de salud. No se dio cuenta de ninguna víctima fatal.
El establecimiento era el antiguo Mariner’s Club en Tsim Sha Tsui, un club para regatistas, que había sido demolido en 2018 y, desde entonces, está siendo reformado por la compañía Empire Group en una obra de más de 6.000 millones de dólares.
Según informó el medio, el establecimiento que data de 1967, será reacondicionado para convertirse en el Kimpton Hotel, de 42 plantas y 500 habitaciones. Al interior del edificio de 340.000 pies cuadrados estará el club histórico. Su finalización estaba programada, inicialmente, para 2022 pero, tras esta demora y el fuego, se desconoce cuándo estará listo.
Una vez concluida la obra, el grupo -presidido por Walter Kwok Ping-sheung- administrará el club durante los primeros 50 años.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran cómo las llamas se extendieron por los pisos y se apoderaron del edificio. El cuerpo de bomberos trató de extinguirlas y contener la situación que, por un momento, amenazó con extenderse al hotel de cinco estrellas Sheraton y al bloque de oficinas Hermes House, ubicados a pocos metros.
También se escucharon algunas explosiones y se reportaron pequeños incendios en la Mansión Chung King en Nathan Road, la Mansión Far East y un complejo comercial conocido como 26 Nathan Road, los cuales fueron extinguidos rápidamente.
Sobre esa calle se encontraron grandes pedazos de escombros procedentes de la obra y una periodista presente en el lugar de los hechos aseguró que se percibía un olor a acre que impregnaba el aire.
Las autoridades le dieron a este episodio un nivel de alarma 3, siguiendo la escala de gravedad del Departamento de Bomberos de Hong Kong, que ordena los siniestros en una escala que va de 1 a 5.
Asimismo, aconsejaron a los residentes de la zona que cerraran las puertas y ventanas de sus residencias y algunos, inclusive, fueron evacuados por prevención. Por su parte, se pidió a quienes deambulaban por las inmediaciones que mantuvieran la calma.
Este episodio le sigue a una serie de incendios que se han reportado en Hong Kong en el último tiempo. Uno de ellos tuvo lugar en un edificio industrial en San Po Kong en enero y los bomberos debieron trabajar durante 10 horas para poder controlar las llamas.
Por otro lado, un mes antes, en diciembre, unas 100 personas debieron ser evacuadas luego de que se desatara otro fuego en un edificio en la calle Dundas, en Mong Kok.