El Papa Francisco explicó que el celibato en la iglesia occidental es una “prescripción temporal” y recordó que los sacerdotes de la Iglesia oriental están casados y tienen hijos, al tiempo que aseguró que no hay “no hay ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar”. Además, apunta que el celibato puede “llevar a un machismo”.
“El celibato en la Iglesia occidental es una prescripción temporal: no sé si se resuelve de un modo o de otro, pero es provisoria en este sentido; no es eterna como la ordenación sacerdotal, que es para siempre, te guste o no te guste. Que dejes o no dejes es otro tema, pero es para siempre. En cambio, el celibato es una disciplina”, subraya.
Así lo pone de manifiesto en una entrevista en la que preguntado por la posibilidad de revisarse el celibato responde: “Sí. Sí. De hecho todos los de la Iglesia oriental están casados. O los que quieren. Ahí hacen una opción antes de las ordenación por casarse o por ser célibes”. “Acá en la Curia tenemos uno, hoy mismo me lo crucé, que tiene su señora, su hijo”, añade. No obstante, Francisco se muestra escéptico ante la posibilidad de que anulando la obligación del celibato crezcan las vocaciones de sacerdotes.
También apunta que “a veces el celibato te puede llevar a un machismo” y criticó que haya algunos curas que no saben “trabajar con las mujeres” porque les “falta algo” tras constatar que el Vaticano en el pasado “era muy machista”.
Actualmente, en el Vaticano trabajan 1.165 mujeres, frente a las 846 en el inicio de su Pontificado en 2013, por lo que el porcentaje ha aumentado del 19,2% al 23,4% actual.
El pontífice también se refirió a los divorciados y aseguró que ante la posibilidad de comulgar no se puede reducir una “situación humana a una preceptiva”. “Aconsejo a los matrimonios separados que vayan a su obispo, que vayan y le presenten su situación”, instó tras recordar cómo Benedicto XVI dijo en varias ocasiones que gran parte de los matrimonio en la actualidad son “inválidos” por falta de fe.
De esta manera, critica que el matrimonio sea interpretado más bien como “una recepción social y no como un sacramento”. “Cuando los jóvenes estos dicen “para siempre”, anda a saber qué entienden por “para siempre”. Mientras dure el rollo, no sé”, añade para defender un catecumenado para el matrimonio.
En relación a su estado, Francisco admite que tiene “menos resistencia física” pero dice que sólo dimitirá si el cansancio le “obliga”. También reconoce que le da “un poco de vergüenza” tener que desplazarse en silla de ruedas.
rancisco atribuyó también a una posible razón para una eventual renuncia no poder ver las cosas con claridad. “Una falta de claridad, de saber valorar las situaciones. También el problema físico, puede ser. Sobre esto siempre pregunto y me dejo aconsejar. ¿Cómo van las cosas? Te parece que debo… a gente que me conoce, incluso a algunos cardenales inteligentes. Y ellos me dicen la verdad: siga, usted está bien”, revela.