Las dos grandes tormentas que afectaron ambas costas de los Estados Unidos durante esta semana comienzan a desaparecer hoy, aunque sus consecuencias se sentirán probablemente por varios días más. Inclusive durante la mañana de hoy todavía se sintieron vientos muy fuertes, intensas nevadas y lluvias tanto sobre la costa del Pacífico como sobre la del Atlántico.
En el este, ciudades como Peterborough, en New Hampshire, o Ashby, en Massachusetts, vieron al menos tres pies de nieve acumularse en la mañana de hoy. Hacia el norte del estado de Nueva York y la zona de las montañas Catskill, el servicio nacional del tiempo indicó que la acumulación de nieve de esta mañana fue de más de medio metro.
Del otro lado del país, en California, los últimos días se vivió una tormenta tan intensa que los expertos la catalogaron como un río atmosférico. En las últimas semanas 10 ríos atmosféricos pasaron sobre California, generando inundaciones nunca antes vistas y trayendo vientos del ártico muy frío.
Más de 150 mil hogares y negocios en Nueva York y Nueva Inglaterra estaban en la mañana de hoy sin energía eléctrica, que se suman a los 200 mil hogares que ya estaban sin luz en California, la mayor parte de ellos hacia el norte del estado en los alrededores de San Francisco.
“Ahora que la parte más intensa de la tormenta ha pasado, nuestros trabajadores están redoblando esfuerzos para reestablecer el servicio eléctrico lo más rápido posible”, informaban a través de un mensaje en la red social Twitter desde las oficinas de Pacific Electric and Gas, la compañía proveedora de energía de California, aunque reconocen que el esfuerzo tomará varios días.
Ayer martes, 27 mil californianos estuvieron bajo ordenes de evacuación por el riesgo de inundaciones y deslaves, consecuencia de las intensas lluvias y de los vientos de más de 112 kilómetros por hora que se sentían al norte del estado. Los condados de Alpine, Orange y Trinity se sumaron ayer a los otros 40 condados de California bajo estado de emergencia por las condiciones del tiempo.
Entre tanto viento y tanta lluvia, como era de esperarse ayer se cancelaron más de 1.100 vuelos en el país, en su mayoría en California y la costa noreste. Para la jornada de hoy se esperan menos cancelaciones pero muchos vuelos demorados.