El primer ministro japonés, Fumio Kishida, invitó el lunes a su homólogo indio, Narendra Modi, a la cumbre del Grupo de los Siete (G-7) principales países industriales que se celebrará en mayo, y se espera que más adelante anuncie un nuevo plan para un Indo-Pacífico libre y abierto destinado a contrarrestar la creciente influencia de China en la región.
En su viaje de dos días a la India, Kishida dijo que Modi había aceptado su invitación a participar en la cumbre del G7, que se celebrará en la ciudad occidental japonesa de Hiroshima.
Kishida mantuvo conversaciones a nivel de delegación con Modi para profundizar en la cooperación entre Tokio y Nueva Delhi, abordando también la seguridad alimentaria y la financiación del desarrollo.
En su declaración a los medios de comunicación, Kishida afirmó que le había dicho a Modi que en la próxima cumbre del G-7 espera abordar los retos a los que se enfrenta la comunidad mundial desde el punto de vista de la defensa del orden internacional basado en normas y el fortalecimiento de la asociación con la comunidad internacional que va más allá del G-7 e incluye al Sur Global.
Los dos líderes hablaron también de sus prioridades para sus respectivas presidencias del G-7 y del G-20, según declaró Modi en un discurso.
Kishida declaró a última hora del domingo que durante su visita a la India presentará su nuevo plan de acción para una visión Indo-Pacífica libre y abierta de Japón, una iniciativa liderada por Tokio destinada a frenar la creciente asertividad de China en la región. Se espera que el plan incluya el apoyo de Japón al desarrollo humano en seguridad marítima, el suministro de patrulleras y equipos de guardacostas y otras infraestructuras de cooperación.
India, que encabeza este año el Grupo de las 20 naciones industriales y de mercados emergentes, afirma que los lazos con Japón son clave para la estabilidad de la región. Las dos naciones, junto con Estados Unidos y Australia, forman la alianza Indo-Pacífica conocida como la Cuadrilateral (Quad), que contrarresta la creciente influencia de China en Asia.
India es el único miembro de la Quad que no ha condenado la invasión rusa de Ucrania. Se ha abstenido de tomar partido y se ha abstenido de votar contra Rusia en las Naciones Unidas o de criticar al Presidente Vladimir Putin.
Japón, por su parte, ha impuesto sanciones financieras para aislar a Rusia, incluidos controles a la exportación de productos de alta tecnología.
En un artículo publicado el lunes en el diario Indian Express, Kishida afirmó que “los cimientos del orden en la comunidad internacional se vieron sacudidos por la agresión de Rusia contra Ucrania” y que su impacto en el acceso a los alimentos y en los precios de los fertilizantes se dejó sentir en la comunidad internacional, incluida la región del Indo-Pacífico.
Las inversiones japonesas en India alcanzaron los 32.000 millones de dólares entre 2000 y 2019. Japón también ha estado apoyando el desarrollo de infraestructura en India, incluido un proyecto ferroviario de alta velocidad.
Además, las fuerzas armadas indias y japonesas se ejercitan juntas cada vez con mayor frecuencia; a principios de este año realizaron sus primeras maniobras conjuntas con aviones de combate.