Este lunes, Greg Abbott, gobernador de Texas, anunció el despliegue de helicópteros Black Hawk y C 130 con el objetivo de resguardar la frontera con México a fin de evitar la entrada ilegal de migrantes. Asimismo, anunció que alista una ley para que la entrada sin documentos a su estado sea considerada delito grave y a la vez, se apresura la expulsión de dichas personas.
Durante una rueda de prensa en Austin, el republicano explicó que estas aeronaves forman parte de una nueva facción de la Guardia Nacional llamada “Fuerza Fronteriza Táctica”; aunado a lo anterior, detalló que en dicho operativo también participan en tierra más de 10 mil efectivos de la corporación.
“Se desplegarán en puntos conflictivos a lo largo de la frontera para interceptar, repeler y devolver a los migrantes que intenten entrar ilegalmente en Texas”, explicó a los medios.
El gobernador republicano dijo que su estado enfrenta una crisis nunca antes vista y que, de acuerdo con estimaciones, este año se establecerá un récord histórico en el número de personas que han cruzado la frontera de manera ilegal. Ante este panorama, Abbott arremetió contra el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a quien culpó de nueva cuenta por la situación en los límites de su país con México.
Durante el encuentro con la prensa desde Austin, el gobernador texano detalló que también tiene la intención de endurecer sus medidas contra el ingreso ilegal de personas, por lo que busca aprobar a fin de mes una iniciativa de ley para que la migración sea considerada un delito grave y que permita su pronta expulsión “a México”. Además, dicha legislación también contemplaría penas de mínimo 10 años para las personas “que ayuden a los migrantes a esconderse sin papeles”.
Este endurecimiento de las políticas se dan justo cuando el gobierno de Estados Unidos se prepara para el levantamiento de una medida sanitaria conocida como “Título 42”, que por la pandemia de Covid-19 ha permitido a los agentes de la patrulla fronteriza deportar o rechazar a los migrantes sin siquiera aceptar sus solicitudes de asilo.
El inminente vencimiento de esta norma hace que las autoridades temen un aumento en el número de migrantes que ingresan ilegalmente por el sur de Estados Unidos. De acuerdo con la Patrulla Fronteriza, a partir del 11 de mayo se espera que unas 660 mil personas traten de cruzar la frontera.
Estas nuevas medidas emprendidas por el gobernador de Texas, se dan a tan solo un día de que se prepetrara una terrible masacre en contra de migrantes. En la ciudad de Brownsville -que colinda al sur con Matamoros, Tamaulipas- un sujeto a toda velocidad atropelló con su automóvil a un grupo de latinos que se encontraba sentado en una banqueta esperando su transporte.
En redes sociales circularon los dolorosos videos del momento del atropellamiento masivo que hasta el momento lleva ocho muertos y cerca de una veintena de heridos. De acuerdo con las autoridades, la mayoría de las víctimas eran venezolanas, aunque los consulados y embajadas de países Centro y Latinoamérica indagan si hay connacionales entre las personas afectadas.
Aunque la Policía de Brownsville investiga si el atroz ataque fue intencional o si solo se trató de un accidente, uno de los sobrevivientes relató a la agencia AFP que sí lo fue, pues al momento del incidente, el conductor se refirió al grupo de hombres de manera despectiva:
“Fue de repente. Una señora pasó en un carro y nos avisa que nos apartemos y nos apartamos. Fue en cuestión de momentos. El asesino (sic) venía en el carro señalándonos, insultándonos, diciéndonos cosas como ‘motherfucker’ (hijo de p***), no sé, cosas así que no entiendo. Le dio todo el volumen (velocidad) al carro y a mí me pasó por un lado nada más”, sostuvo el venezolano Luis Herrera, de 36 años.