“Cuando la próxima pandemia toque la puerta –y lo hará– debemos estar preparados para responderle de manera decisiva, colectiva y equitativa”, sostuvo el secretario general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Ghebreyesus, en un mensaje a los países miembros pronunciado en la 76.º asamblea de la organización.
Aunque los expertos de la OMS ya no ven la propagación del covid-19 como una emergencia, sigue siendo una “amenaza sanitaria mundial”, según el funcionario. “Persiste la amenaza de que surja otra variante que provoque nuevas oleadas de enfermedad y muerte, advirtió. “Y sigue existiendo la amenaza de que aparezca otro patógeno con un potencial aún más letal”, añadió.
Ghebreyesus indicó que la generación actual “experimentó lo horrible que puede ser un virus pequeño”. A continuación, señaló “el terrible costo que la pandemia se ha cobrado en familias, comunidades, sociedades y economías”. En particular, dijo, la pandemia del coronavirus “ha cobrado un alto precio en salud mental, incluso en muchos miembros de nuestro propio personal [de la OMS], quienes, al igual que muchos trabajadores sanitarios en todo el mundo, han sufrido estrés y agotamiento severos”.
Además, en su opinión, la emergencia sanitaria que la humanidad vivió entre 2020 y los meses recientes ha mostrado por qué los Objetivos de Desarrollo Sostenible, un programa elaborado por el secretariado de Naciones Unidas y conocido también como la Agenda 2030, “deben seguir siendo nuestro norte y por qué debemos perseguirlos con la misma urgencia y determinación con la que contrarrestamos la pandemia”.
El secretario general de la OMS citó el ejemplo del centro de investigaciones microbiológicos mRNA Hub, fundado en Sudáfrica en plena expansión de la enfermedad vírica en 2021 para desarrollar y producir vacunas. A su juicio, en dos años esta institución progresó mucho y es ahora “el ejemplo perfecto” y parte del compromiso de la organización para “apuntalar la producción local y mejorar la preparación y respuesta ante pandemias a nivel mundial”.
Con este y otros ejemplos que citó, Ghebreyesus sostuvo la necesidad de un aumento en las contribuciones de los países miembros y pidió que inviertan más en 2024.