Es necesario abordar los riesgos de la inteligencia artificial (IA) para la seguridad nacional y la economía, dijo el martes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien agregó que buscará el asesoramiento de expertos.
“Mi Gobierno se ha comprometido a salvaguardar los derechos y la seguridad de los estadounidenses protegiendo la privacidad, a abordar los prejuicios y la desinformación, a asegurarse de que los sistemas de IA son seguros antes de su lanzamiento”, dijo Biden en un acto en San Francisco.
Los gobiernos de varios países están estudiando cómo mitigar los peligros de esta tecnología emergente, que ha experimentado un auge de inversión y popularidad entre los consumidores en los últimos meses tras el lanzamiento de ChatGPT de OpenAI.
Los organismos reguladores de todo el mundo se han apresurado a elaborar normas que regulen el uso de la IA generativa, capaz de crear texto e imágenes, cuyo impacto sus defensores comparan con el de la llegada de Internet.
Biden también ha debatido recientemente el tema de la IA con otros líderes, entre ellos el primer ministro británico, Rishi Sunak, cuyo Gobierno celebrará a finales de este año una primera cumbre mundial sobre la seguridad de la inteligencia artificial.
Se espera que Biden trate el tema con el primer ministro indio, Narendra Modi, durante su actual visita a Estados Unidos.
A finales de mayo, la Unión Europea y Estados Unidos anunciaron un borrador de “código de conducta” común sobre inteligencia artificial (IA), que se aplicaría de manera voluntaria.
El objetivo es “establecer códigos de conducta voluntarios que estén abiertos a todos los países de ideas afines”, dijo Blinken, cuando los occidentales temen dejar que China tome la iniciativa de la regulación de la IA.
La idea es tener “muy, muy pronto” una propuesta final sobre la cual las empresas del sector, dominado por gigantes estadounidenses como Microsoft, Meta o Google, “podrán comprometerse voluntariamente”, dijo Vestager.
La declaración conjunta, que insta a las plataformas en internet a ejercer “mayor responsabilidad” en proteger y empoderar a los menores, mostró su “profunda” preocupación por el uso estratégico de “narrativas de desinformación” por parte de Rusia y llamó a combatir “la manipulación de información extranjera e interferencia en terceros países”, sobre todo en América Latina y África.