Después de 63 años de albergar a 14 gobernadores, todos priistas, fue demolida la Casa de Gobierno que dará pie a nuevas oficinas estatales de agricultura, bienestar y para personas vulnerables.
El gobernador del estado Julio Menchaca Salazar encabezó este acto histórico al detallar que la vivienda requería hasta 750 mil pesos mensuales, ósea nueve millones al año, solo para mantenimiento, la cual fue encontrada casi vacía, por ejemplo el azulejo de la alberca fue sustraído.
Puntualizó el mandatario estatal su enfoque a cumplir las promesas de campaña política, una de ellas fue alejar de la administración las cuestiones suntuarias, los privilegios, pues siempre fue un símbolo y una diferencia de una elite dorada de la burocracia.
Indicó que también se encuentran en el ejercicio de la recuperación de los bienes inmuebles propiedad del gobierno del estado, pues en el transcurso del tiempo ha ido en demérito el patrimonio del estado.
La Oficialía Mayor junto con la Secretaría de Hacienda, realizan la ubicación de predios donados o en comodato para fines que no son precisamente de interés popular a fin de fortalecer el patrimonio estatal.
Además, anunció el destino de recursos económicos para ampliar ese conjunto de bienes bajo transparencia, “que no sea como en el transcurso del tiempo utilizado simplemente para negocios de algunos funcionarios o del propio gobernador”.
Dijo que se rescató de la Casa de Gobierno lo posible para reutilizar como muebles, puertas y mucho más, lo cual está en bodega, inventariado, “no van a parar a casa de ningún funcionario”.