Las políticas públicas y acciones de organizaciones civiles han permitido disminuir el número de menores que se ven obligados a laborar. De acuerdo con la información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el Estado de Quintana Roo es la cuarta entidad con el porcentaje más bajo de trabajo infantil.
Los datos del Inegi puntualizan que en 2022 sólo el 6.9% de los menores de 5 a 17 años en Quintana Roo, se ven obligados a emplearse para contribuir con la economía familiar o peor aún. Tres años antes, el porcentaje era de 10.2% de los menores.
A nivel nacional, el promedio es de 13.1%, mientras que los Estados de Guerrero y Chiapas reportan las cifras más altas con el 24.5 y 20.8%, respectivamente.
El desglose de la información reveló que siete de cada 10 niños que se encuentran en esta situación en el sureste mexicano no son nativos, sino que llegaron junto con sus padres desde estados como Oaxaca, Tabasco, Chiapas y Guerrero, e incluso desde países centroamericanos.
El 30% está trabajando en el sector agropecuario, mientras que el 12% en la industria manufacturera. Un 7.2% en el sector de la construcción, un 23.5% en las actividades de servicios y el resto en la mendicidad.
Tres de cada 10 infantes quintanarroenses trabajan porque su hogar necesita de su aportación económica, mientras que otros dos de cada 10 lo hacen para costear los gastos de su escuela. Un grupo similar se emplea para aprender un oficio o para obtener recursos extras para sus gastos propios, mientras que el resto lo hace por obligación.
En tanto que los institutos de atención a los infantes locales destacaron que del 2020 al 2022 se rescataron a más de 189 niños que eran explotados laboralmente, la mayoría de ellos en las calles de Cancún y Playa del Carmen pidiendo limosna o vendiendo artesanías para los turistas.
El reporte nacional señala que en la Península de Yucatán, Quintana Roo es el único estado donde se redujo el trabajo infantil, mientras que Yucatán subió unos 3.1 puntos porcentuales y Campeche 1.5 puntos.