China anunció los planes para enviar un nuevo telescopio para explorar las profundidades del universo mientras se prepara para lanzar la próxima tripulación de tres miembros del país para su estación espacial en órbita.
El telescopio, denominado Xuntian, será instalado por la estación espacial Tiangong de China y orbitará junto a ella, según un comunicado de Lin Xiqiang, portavoz y subdirector general de la Agencia Espacial Tripulada de China.
No se dio ningún plazo para la instalación. La emisora estatal CCTV dijo que el telescopio permitiría realizar estudios y mapeos del cielo.
China ha investigado el movimiento de estrellas y planetas durante miles de años, mientras que en los tiempos modernos se ha esforzado por convertirse en líder en exploración y ciencia espaciales.
El anuncio se produjo en vísperas del vuelo de tres astronautas (Tang Hongbo, Tang Shengjie y Jiang Xinlin) que reemplazarán a la tripulación que ha estado en la estación durante seis meses.
El lanzamiento está previsto para el jueves por la mañana. Tang es un veterano que dirigió una misión espacial en 2021 durante tres meses.
China ha logrado grandes avances en su floreciente poder espacial y dice que planea enviar una misión tripulada a la Luna para finales de la década, al tiempo que persigue otras ambiciones en el espacio.
El programa compite en gran medida con Estados Unidos, pero también busca obtener apoyo de naciones de Europa, el sudeste asiático, América del Sur y otros lugares.
China construyó su propia estación espacial después de ser excluida de la Estación Espacial Internacional, en gran parte debido a las preocupaciones de Estados Unidos sobre el control del programa por parte del Ejército Popular de Liberación, la rama militar del gobernante Partido Comunista.
La nueva tripulación de la estación también deberá realizar el mantenimiento de sus paneles solares que han sido golpeados por escombros que vuelan dentro del sistema solar, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
Una gran cantidad de esas partículas fueron creadas por China en la destrucción de uno de sus propios satélites por un misil que lanzó en 2007, en lo que fue visto como una señal de fuerza contra sus competidores en Estados Unidos y sus aliados.