Mientras que el presidente del Tribunal Electoral, Reyes Rodríguez Mondragón, asegura que los magistrados disidentes quieren que renuncie a la presidencia por, literalmente, asuntos de dinero, sus detractores lo niegan y lo acusan de haberse “sometido a intereses ajenos’’ al organismo.
Este domingo fue un día de intercambios epistolares a través de las redes sociales.
Reyes Rodríguez acusó que Mónica Soto, Felipe Alfredo Fuentes Barrera y Felipe de la Mata, no están conformes por las medidas de austeridad aplicadas desde su llegada a la presidencia.
No pueden viajar en primera clase, se redujo de nueve a cinco el uso de vehículos por magistrado (se entiende para sus equipos), se redujo el presupuesto para peaje y para combustibles.
A Mónica Soto la señaló por querer exigir la compra de una camioneta que estaba por encima del presupuesto destinado por el Tribunal para la adquisición de un vehículo.
Horas más tarde, los tres magistrados disidentes negaron que la petición de renuncia del presidente se originara en causas administrativas “sino por debilidad en su manejo de la institución y falta de confiabilidad’’.
“Reyes Rodríguez ha mostrado debilidad en el manejo de esta institución que es de vital importancia para la estabilidad democrática del país. Sus decisiones carecen de confiabilidad ya que en sus funciones se ha sometido a intereses ajenos al tribunal”.
Soto, Fuentes y de la Mata dijeron que no querían expresar “el detalle de otras razones” que impulsan nuestra decisión de solicitar a Reyes Rodríguez que deje la Presidencia del tribunal por respeto a esta institución.
“Él sabe cuáles son esos motivos y conoce perfectamente el camino para encontrar una solución”, expusieron.
Reconocieron la capacidad de litigar del aún presidente pero, dijeron: “Estamos ciertos que ha dejado de ser capaz para encabezar los designios de la institución”.
Hoy tendría que haber un desenlace, si se reanuda la sesión inconclusa del jueves.
Los tres disidentes tendrían los votos necesarios para destituir a Reyes Rodríguez, si este no renuncia.
A ver.