Las Naciones Unidas están tratando de verificar los informes de que los gobernantes talibanes de Afganistán están permitiendo que niñas de todas las edades estudien en escuelas religiosas islámicas que tradicionalmente son únicamente para niños, dijo el máximo funcionario de la ONU en el país.
La enviada especial de la ONU, Roza Otunbayeva, dijo al Consejo de Seguridad de la ONU y luego explicó a los periodistas que las Naciones Unidas están recibiendo “cada vez más evidencia anecdótica de que las niñas pueden estudiar en las escuelas, conocidas como madrasas.
Sin embargo, no está del todo claro qué constituye una madraza, si existe un plan de estudios estandarizado que permita asignaturas de educación moderna y cuántas niñas pueden estudiar en madraza, dijo.
Los talibanes han sido condenados mundialmente por prohibir a las niñas y mujeres la asistencia a la escuela secundaria y la universidad, y por permitir que las niñas estudien únicamente hasta el sexto grado.
Las autoridades educativas talibanes continúan diciéndonos que están trabajando para crear las condiciones que permitan a las niñas regresar a la escuela. Pero el tiempo pasa y una generación de niñas se queda atrás, afirmó Otunbayeva.
Dijo que, según se informa, el Ministerio de Educación talibán está llevando a cabo una evaluación de las madrazas, así como una revisión del plan de estudios de las escuelas públicas, y advirtió que la calidad de la educación en Afganistán “es una preocupación creciente”.
Otunbayeva dijo que la comunidad internacional se ha centrado en la necesidad de revertir la prohibición de la educación de las niñas porque el deterioro de la calidad de la educación y del acceso a ella está afectando también a los niños, al no proporcionarles un plan de estudios suficientemente moderno con igualdad de acceso les será imposible implementar la propia agenda de autosuficiencia económica de las autoridades de facto.
Un informe de Human Rights Watch a principios de este mes dijo que las políticas educativas abusivas de los talibanes están dañando tanto a niños como a niñas.
La salida de docentes cualificados, incluidas mujeres, los cambios regresivos en los planes de estudio y el aumento de los castigos corporales han provocado un mayor miedo a ir a la escuela y una disminución de la asistencia, según el informe. Debido a que los talibanes han despedido a todas las maestras de las escuelas de niños, muchos niños reciben clases de personas no calificadas o se sientan en aulas sin ningún maestro, dijo.
En cuanto a los derechos humanos, Otunbayeva dijo que las características clave en Afganistán son un historial de discriminación sistémica contra mujeres y niñas, represión de la disidencia política y la libertad de expresión, una falta de representación significativa de las minorías y casos continuos de ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y detenciones, torturas y malos tratos.
La falta de progreso en la resolución de las cuestiones de derechos humanos es un factor clave detrás del actual estancamiento entre los talibanes y la comunidad internacional, afirmó.