El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, prometió el martes 45 millones de dólares en financiación adicional para ayudar a combatir los conflictos y traer estabilidad a la costa de África occidental, donde la inseguridad vinculada a las insurgencias yihadistas ha aumentado en los últimos años.
Blinken se encuentra en la segunda escala de una gira por cuatro países de África que lo llevará a Cabo Verde, Costa de Marfil, Nigeria y Angola del 21 al 26 de enero.
El propósito del viaje es discutir las asociaciones entre Estados Unidos y África en materia de comercio, clima, infraestructura, salud, seguridad y otros temas. Sigue a una cumbre en Washington con líderes africanos en diciembre de 2022.
Los desafíos de seguridad en África Occidental, las consecuencias de un golpe de estado en Níger el año pasado y la creciente influencia de Rusia en la región se encuentran entre los temas clave durante el viaje de Blinken.
Llegó a Abiyán, la capital financiera de Costa de Marfil, el lunes por la tarde y se reunió con el presidente Alassane Ouattara el martes por la mañana, tras lo cual anunció la financiación adicional en una rueda de prensa conjunta.
Costa de Marfil es uno de varios países costeros de África occidental afectados en los últimos años por insurgencias islamistas que se arraigaron en Malí en 2012 y se extendieron por la región del Sahel a pesar de los costosos esfuerzos militares respaldados internacionalmente para contenerlas.
La financiación complementará los 300 millones de dólares que Estados Unidos ya ha invertido en la costa de África occidental durante los últimos dos años.
Ouattara dijo que la seguridad en la región sigue siendo un desafío, por lo cual aprecian mucho el apoyo de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo.
Estados Unidos enfrentó un revés en su lucha contra los militantes en el Sahel cuando oficiales militares derrocaron al presidente de Níger, Mohamed Bazoum, un aliado clave, en julio del año pasado.
El golpe en Níger fue uno de una serie de tomas militares o intentos de toma de poder que ocurrieron en África occidental y central durante los últimos tres años.
La inestabilidad ha generado preocupación, particularmente porque las juntas han cortado lazos con aliados occidentales tradicionales como la Unión Europea y Francia, que retiraron miles de tropas del Sahel el año pasado.
Blinken se reunió por la tarde con Akinwumi Adesina, presidente del Banco Africano de Desarrollo, en un instituto subregional de investigación sobre el arroz. Está previsto que viaje a Nigeria por la tarde.