El presidente francés, Emmanuel Macron, impulsará un proyecto de ley para permitir que pacientes bajo condiciones estrictas puedan pedir que se les ayude a morir, anunció en una entrevista con los diarios parisinos Liberation y Le Croix.
La iniciativa, que será presentada al Consejo de Ministros en abril para que un mes después pase al legislativo, contempla la posibilidad de administrar una sustancia letal a los pacientes mayores de edad que lo soliciten si padecen una enfermedad incurable que les ocasiona sufrimientos intratables.
Quedarán excluidos los menores de edad y los pacientes que padezcan enfermedades psiquiátricas o neurodegenerativas que afecten al discernimiento, como el Alzheimer.
En caso de un dictamen colegiado favorable del equipo médico, se prescribirá a la persona una sustancia letal, que podrá administrarse ella misma, o con la ayuda de un tercero si no tiene el control para hacerlo.
Este tercero podrá ser una persona voluntaria a la que designen cuando ninguna limitación técnica lo impida, o el médico o enfermero que le acompañe.
En caso de respuesta favorable, la prescripción tiene una validez de tres meses, durante los cuales el paciente puede, por supuesto, desistir en cualquier momento, explicó el presidente Macron. En caso de dictamen desfavorable, el paciente puede recurrir a otro equipo médico.
Aunque este acto puede compararse con una forma de suicidio asistido, el presidente dijo que deseaba evitar este término o el de eutanasia, porque el consentimiento del paciente es esencial y la decisión médica tiene su papel que desempeñar.