Taiwán envió aviones y puso en alerta unidades de misiles, navales y terrestres por los ejercicios militares chinos que se están llevando a cabo en la isla democrática autónoma donde un nuevo presidente asumió el cargo esta semana.
El ejército de China dijo que sus ejercicios de dos días en Taiwán eran un castigo para las fuerzas separatistas que buscaban la independencia. Beijing afirma que la isla es parte del territorio nacional de China y el Ejército Popular de Liberación envía barcos y aviones de guerra al Estrecho de Taiwán y otras áreas alrededor de la isla casi a diario para desgastar las defensas de Taiwán y tratar de intimidar a su pueblo.
La provocación irracional de China ha puesto en peligro la paz y la estabilidad regionales, dijo el Ministerio de Defensa de la isla. Dijo que Taiwán no buscará conflictos, pero no rehuirá ninguno.
Este pretexto para realizar ejercicios militares no únicamente no contribuye a la paz y la estabilidad a través del Estrecho de Taiwán, sino que también muestra su naturaleza hegemónica en el fondo, dijo el comunicado del ministerio.
En su discurso de toma de posesión, el presidente de Taiwán, Lai Ching-te, pidió a Beijing que detuviera su intimidación militar y prometió ni ceder ni provocar a los dirigentes del Partido Comunista continental.
Lai ha dicho que busca el diálogo con Beijing manteniendo al mismo tiempo el estatus actual de Taiwán y evitando conflictos que podrían atraer al principal aliado de la isla, Estados Unidos y otros socios regionales como Japón y Australia.
La guardia costera de China también dijo en un comunicado que organizó una flota para llevar a cabo simulacros de aplicación de la ley cerca de dos islas cercanas a los grupos de islas de Kinmen y Matsu, controlados por Taiwán, frente a la costa china.