La aplanadora morenista amenaza con desmantelar el Poder Judicial mexicano. A pesar de la estrategia jurídica institucional liderada por la SCJN, el diálogo con el poder legislativo parece inútil. Recuerda al costoso fracaso del aeropuerto de Texcoco.
Probablemente estamos atestiguando los últimos minutos del sistema jurídico mexicano, la aplanadora morenista amenaza con demoler al Poder Judicial mexicano.
Doscientos años de tradición jurídica parecen no servir de nada. Grandes y reconocidos juristas en todo el mundo son despreciados por las huestes morenitas.
Por ahora, hay oídos sordos desde el Poder Legislativo que parece no importarle las suspensiones de la reforma por parte de los jueces del Poder Judicial.
En tanto, Morena luce su músculo legislativo al ignorar la ley de amparo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), encabezada por la ministra Piña, desarrolla, por un lado, una estrategia jurídica institucionalizada y abre la posibilidad de iniciar un diálogo con el Poder Legislativo al entregar una propuesta para su discusión e incorporación, la cual tiene como destino el basurero legislativo.
Cualquiera que sea el resultado del diálogo de sordos entre la SCJN y la 4T, los resultados serán funestos para estos últimos; será una necedad más de Andrés Manuel López Obrador, similar a la del aeropuerto de Texcoco que le costara mucho dinero al país y años de atraso en la justicia.
Su estrategia es tan rudimentaria como eficiente, convertir un asunto técnico en un asunto político polarizante, donde él mismo se asume como el defensor de los intereses del pueblo.
Por ahora, las medidas cautelares dictadas desde el Poder Judicial han sido violentadas por el Poder Legislativo, habrá que ver quién es el guapo que se atreve a ordenar medidas coercitivas contra el mártir Ricardo Monreal.
Y habrá que ver cómo los despojos de la SCJN se pronuncian sobre la legalidad y la convencionalidad de la reforma, porque de que será constitucional no hay duda.
Querido lector, signos ominosos se posan sobre la justicia mexicana. ¿Hasta dónde están dispuestos ambos bandos en demoler al Poder Judicial? Gracias al manoseo político, costará años levantar un Poder Judicial profesional. La justicia no es un asunto de políticos legos, sino de juristas de harto estudio. Hasta la próxima.