La presidenta electa Claudia Sheinbaum prometió que no usará a las Fuerzas Armadas para violar derechos humanos, pero avisó que mantendrá la política del actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, de asignarles tareas antes reservadas a civiles.
“De algo pueden estar seguros, por nuestro origen humanista, por el profundo respeto que tengo a nuestras Fuerzas Armadas, nunca emitiré una orden que vulnere el orden constitucional o los derechos humanos de nuestro pueblo”, declaró Sheinbaum en un discurso en el Heroico Colegio Militar en Ciudad de México.
Al defender el carácter “humanista” del Ejército, Sheinbaum expuso que seguirá la política de López Obrador, quien asignó a los militares tareas de seguridad pública, construcción de obras de infraestructura, administración de aduanas y puertos, y la dirección de empresas del Estado, como el Tren Maya.
La próxima mandataria describió que consolidará el traslado al Ejército de la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad que López Obrador creó en 2019 con la promesa de mantenerlo civil, y la construcción de ferrocarriles para pasajeros.
Fortaleceremos la Guardia Nacional como parte de la Secretaría de la Defensa Nacional y les convocaré para seguir apoyando en la construcción de grandes proyectos estratégicos, como los trenes de pasajeros hacia el norte del país y los nuevos puertos. Son y van a seguir siendo los tiempos de las hazañas pacíficas, sostuvo.
Sheinbaum se congratuló porque México tendrá por primera vez una mujer presidenta y, por tanto, una comandante suprema de las Fuerzas Armadas.
La mandataria electa también defendió el origen popular del Ejército al recordar la lucha de independencia, la guerra de reforma que derivó en la separación de la Iglesia y el Estado, y la revolución de 1910 contra el dictador Porfirio Díaz.
La próxima presidenta aseveró que los militares y marinos han ha sido leales al proyecto de transformación de López Obrador y siempre han obedecido al mando civil.