Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, defendió la necesidad de incrementar el arsenal de armas nucleares del país ante lo que describe como una expansión imprudente del bloque militar encabezado por Estados Unidos, en pleno aumento de las tensiones en la península de Corea.
Kim Jong-un ha sostenido que el ambiente de seguridad militar en torno a Corea del Norte se ha convertido en una gran amenaza y ha agregado que las amenazas actuales derivarán de forma inevitable en más amenazas en el futuro; insistió que el régimen de Pyongyang es responsable con el manejo de las armas de destrucción masiva.
Se ha manifestado que esto requiere que Pyongyang adopte medidas importantes y esfuerzos constantes para mantener e impulsar aún más la supremacía militar.
Estamos llevando a cabo perfectamente la política de mejorar las fuerzas armadas nucleares con un aumento del número de armas nucleares en progresión geométrica.
La conclusión obvia es que la fuerza nuclear de Corea del Norte y la posición capaz de utilizarla adecuadamente para garantizar el derecho del Estado a la seguridad en cualquier momento deben perfeccionarse más a fondo.
Kim Jong-un insistió en que Corea del Norte es un Estado responsable con armas nucleares ha reiterado que Pyongyang está constantemente expuesto a una grave amenaza nuclear y ha remarcado que las armas nucleares norcoreanas tienen un objetivo puramente defensivo y no suponen una amenaza para nadie.
Las fuerzas que consideran amenazantes la fuerza nuclear de Corea del Norte solo revelan su admisión de que tienen la intención hostil de atacar a Corea del Norte con armas nucleares.
Por ello, ha reiterado que Pyongyang fortalecerá sus capacidades nucleares para poder hacer frente totalmente a cualquier acto amenazante por parte de sus rivales.
Corea del Norte, que llevó a cabo su último ensayo nuclear en 2017, está sometida a sanciones internacionales por sus programas nuclear y balístico. Las tensiones han aumentado durante los últimos años por el lanzamiento de misiles balísticos por parte de Pyongyang, que afirma que es una respuesta a las continuadas maniobras militares conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur.