Faltando seis días para las elecciones presidenciales, Donald Trump ha denunciado “trampas” electorales, avivando el miedo a que rechace el resultado, como hizo en 2020, de perder frente a Kamala Harris.
El expresidente y candidato republicano se niega a comprometerse a reconocer el resultado de los comicios.
Mencionó y denunció “trampas” a “una escala nunca vista antes” en Pensilvania, uno de los estados clave para decidir quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.
La víspera afirmó en las redes sociales que suceden “cosas muy feas” en este estado, en el que perdió por solo 80,000 votos frente a Joe Biden en 2020, y pidió a la policía que haga su trabajo, sin tardar.
Las autoridades judiciales de un condado de Pensilvania anunciaron la apertura de una investigación sobre un lote de 2,500 solicitudes de inscripción electoral que contenían información de identidad incorrecta.
Se están haciendo verificaciones en otros condados, según la prensa local.
Durante un mitin en Carolina del Norte, el expresidente republicano de 78 años se quejó de que haya más que un día de votación y estimó que “si Dios bajara de lo alto” para supervisar el escrutinio él podría ganar en California, un bastión demócrata.
“Me va muy bien con los hispanos, creo que ganaría”, dijo. Y volvió a atacar los medios de comunicación: “La otra cosa que necesitamos es una prensa honesta y respetada, no la tenemos”.
Harris estuvo en Carolina del Norte, otro estado clave junto con Nevada, Michigan, Wisconsin, Georgia y Arizona. La vicepresidenta ha tenido que lidiar con un desliz de Biden, quien ha provocado una tormenta política llamando “basura” a los seguidores de Trump durante una videollamada con la oenegé Voto Latino.
El comentario se ha convertido en un balón de oxígeno para el republicano y una losa para Harris. “Joe Biden finalmente dijo lo que él y Kamala realmente piensan de nuestros partidarios. Los llamó basura”, afirmó Trump en Carolina del Norte.
“Mi respuesta a Joe y Kamala es muy sencilla: no puedes dirigir Estados Unidos si no amas a los estadounidenses”, afirmó el republicano, para quien sus seguidores son “el corazón y el alma” del país.