El canciller federal en funciones de Austria, el conservador Karl Nehammer, anunció que dimitirá en los próximos días, tanto como jefe del Gobierno como de la presidencia del Partido Popular (ÖVP), después de haber abandonado esta formación las negociaciones con los socialdemócratas para formar un nuevo Gobierno.
“Ponemos fin a las negociaciones con el SPÖ (Partido Socialdemócrata) y no las continuaremos”, dijo Nehammer en un mensaje publicado en las redes sociales, antes de anunciar su intención de abandonar los cargos que ocupa desde diciembre de 2021.
Ha fracasado así el intento de formar Gobierno en Austria dejando en la oposición al partido ultranacionalista FPÖ, ganador de las elecciones legislativas del 29 de septiembre pasado con el 28,8 % de los votos, seguido del ÖVP (26,3 %) y el SPÖ (21,1 %).
Tras esos comicios, el presidente del país, el progresista Van der Bellen, descartó otorgar al FPÖ el mandato para formar gobierno -pese a su victoria- porque carecía de socios para una mayoría parlamentaria y confió el mandato a Nehammer, quien comenzó las negociaciones con los socialdemócratas.
La líder de Neos, Beate Meinl-Reisinger, anunció que su formación abandonaba las negociaciones porque no le había sido posible alcanzar un acuerdo con ÖVP y SPÖ en cuestiones clave debido a que no quieren afrontar reformas profundas del Estado pese a la difícil situación económica.
En un vídeo publicado en su cuenta de X, Nehammer lamentó la salida de los Neos del grupo negociador y resaltó que pese a ello su partido volvió a reunirse con los socialdemócratas en una nueva ronda de negociaciones, que; sin embargo, abandonó finalmente al constatar que un acuerdo no sería posible.
“Evidentemente, en el SPÖ han triunfado las fuerzas destructivas, enemigas de la economía y la competitividad”, acusó el político conservador, reiterando su rechazo rotundo a aceptar determinadas exigencias de los socialdemócratas, como la introducción de impuestos a la herencia y a la propiedad.
Por su parte, el líder de los socialdemócratas, Andreas Babler, confirmó la ruptura de las negociaciones, que atribuyó a las presiones internas del partido de Nehammer del ala favorable a aliarse con los ultranacionalistas, al tiempo que se mostró convencido de que “las cuestiones pendientes” podrían haberse resuelto.
Según Babler, los conservadores habrían exigido “recortes en las pensiones, en los (sueldos de los) docentes, agentes de policía y profesionales sanitarios” para reducir el déficit.
De momento, se desconoce la fecha exacta en la que Nehammer abandonará sus cargos y por quién será sustituido.
Para Austria se abre una etapa de inestabilidad política, pues más de tres meses después de las legislativas el país sigue sin perspectivas de tener un nuevo Gobierno y no se descarta que sea necesario convocar nuevas elecciones.