Vamos a rezar para que no llueve estos días”. Con esta frase inició su discurso el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, desde Sao Sebastiao, municipio situado en el estado de Sao Paulo, y una de las zona más afectadas por las fuertes lluvias que han dejado 36 fallecidos, entre ellos un menor, y 40 desaparecidos.
En la primera tragedia climática que afronta desde que llegó al poder en enero, Lula interrumpió su descanso en El Salvador, estado de Bahía, para viajar a este municipio.
Tras sobrevolar la zona, se reunió con el gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, y el alcalde de Sao Sebastiao, Felipe Augusto.
Lula viajó junto a varios de sus ministros: Márcio França, Puerto y Aeropuertos; Paulo Pimenta, Secretaria de Comunicación; Alexandre Padilha, Relaciones Institucionales, Waldez Góes, Integración y Desarrollo Regional y Renan Filho, Transporte.
“Insistí en venir aquí y traer un grupo de ministros para que asumiéramos un compromiso de gobierno con Sao Sebastiao (…) Y ya no podemos construir casas en lugares de riesgo. Trabajaremos en conjunto con el ayuntamiento”, aseveró.
El mandatario aseguró que sus ministros “estarán dispuestos a conversar” para realizar una alianza y “recuperar el estrago” causado por la lluvia.
Los equipos de rescate –más de 500 personas entre policías, bomberos y militares– continúan con las búsquedas de supervivientes tras el temporal, que también provocó que caso 2.500 personas tuviesen que abandonar sus casas.
En Sao Sebastiao, los cuerpos de 11 de los 35 muertos fueron trasladados el Instituto Médico Legal. Según la prensa, cuatro de las víctimas eran menores de edad. Además, un niño de dos años fue rescatado en este municipio después de pasar horas bajo los escombros.
Asimismo, en Ubatuba, una niña de siete años perdió la vida a causa un deslizamiento de tierra, que provocó que una piedra golpeara la casa en la que se encontraba.
El gobernador de Sao Paulo decretó el estado de calamidad pública en seis ciudades: Ubatuba, Sao Sebastiao, Ilhabela, Caraguatatuba, Bertioga y Guarujá.
También determinó la movilización de varios ministerios para asistir en las acciones de emergencia que permitan ayudar a las víctimas, apoyar a la infraestructura y la reconstrucción de la región.