Nigeria, el país más poblado de África y su principal productor de petróleo, elegirá a su próximo presidente este sábado en sus séptimas elecciones generales desde la restauración de la democracia en 1999, en medio de un descontento creciente por la inseguridad y la desigualdad económica.
Algo más de 93,4 millones de votantes registrados están llamados a escoger al sustituto del presidente saliente, Muhammadu Buhari, quien no busca la reelección porque agota el segundo mandato consecutivo de cuatro años permitido por la Constitución.
Dieciocho candidatos participan en la carrera presidencial, pero sólo tres tienen posibilidades reales de vencer, según las encuestas: Bola Tinubu, Atiku Abubakar y Peter Obi.
Tinubu, de 70 años y candidato del gubernamental Congreso de Todos los Progresistas (APC), ha estado en el centro de una campaña electoral intensa para recuperar la popularidad de su partido, deteriorada por la inseguridad creciente, las altas tasas de desempleo, sobre todo entre los jóvenes, o la desigualdad económica.
Por su parte, Abubakar, de 76 años y aspirante de la primera fuerza de la oposición, el Partido Democrático de los Pueblos (PDP), es un político experimentado que llegó a ser vicepresidente (1999-2007) y opta por sexta vez a la Presidencia.
El más joven de los tres es Obi, un reconocido hombre de negocios de 61 años y líder del Partido Laborista, quien se describe como una alternativa al bipartidismo que ha dominado la política nacional desde 1999.
El próximo presidente de Nigeria debe conseguir, aparte de la mayoría de los votos, más de una cuarta parte de los sufragios emitidos en al menos dos tercios de los 36 estados del país.
La inseguridad preocupa a muchos nigerianos. La violencia yihadista ha sido un gran desafío del Gobierno de Buhari, que llegó al poder en 2015 cuando el grupo yihadista Boko Haram controlaba un territorio en el noreste nigeriano del tamaño de Bélgica.
Asimismo, los estados del centro y noroeste de Nigeria sufren ataques constantes de “bandidos”, término usado para nombrar a bandas criminales que cometen asaltos, robos y secuestros masivos para lograr lucrativos rescates.
A este problema se suman la devaluación de la naira, una inflación galopante y el elevado desempleo, pese a que Nigeria destaca como la principal productora de petróleo del continente.
Nigeria usará por primera vez en unos comicios generales innovaciones como el reconocimiento biométrico de los votantes o la transmisión electrónica de los resultados de las mesas electorales.
Los nigerianos eligen también a los legisladores de la Asamblea Nacional: 109 miembros del Senado (Cámara alta) y 360 parlamentarios de la Cámara de Representantes (Cámara baja).