En este espacio se ha insistido en que el gran logro del lopezobradorismo fue cambiar el régimen político, pero se encontraron que para conservar el Poder Morena debe ser partido, no el tribal movimiento fundado en 2012.

Es una de las razones para cambiar los estatutos y poner en marcha desde la Secretaria de Organización la campaña encabezada por Andrés Manuel López Beltrán para lograr que Morena llegue a la elección de 2027 con una plataforma de 10 millones de afiliados.

Asustados, los ilusionados, descubrieron que para ejercer el Poder no bastan “sus valores originales” y que la autoritaria Presidencia Imperial que resucitaron exige hacer de Morena invencible maquinaria electoral, vamos. la versión siglo 21 del PRI de hace setenta años. ¡Oh Dios, cuánto pesa el Poder!

¿Importa a Washington la Reforma Judicial?

Muchos se angustian porque dentro de medio año, por votación popular, habrán sido reemplazados casi la mitad de los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial. Los demás, dice la Constitución. se irán a su casa dentro de dos años.

Preocupa que al navegar por aguas desconocidas el sistema de justicia de la República resulte en indefensión ciudadana y dificultad para hacer valer el constitucional debido proceso, lo cual, dicen, podría complicar aún más la relación con Estados Unidos.

Uno se atreve a asegurar que en Washington nadie pierde el sueño por la Reforma Judicial mexicana que da el control del sistema de justicia al Ejecutivo. Si les preguntan ¿y el debido proceso? Pragmáticos, responderán: “I don´t care”. Y agregarán, “si el Ejecutivo controla los jueces, el Ejecutivo tendrá que proteger nuestros intereses”.

Sin desarrollo, persistirá la desigualdad

No son pocos los personajes de la izquierda que ven inquietos que, por las circunstancias, domésticas e internacionales, sin desarrollo, sin crecimiento económico, será más difícil disminuir los lastres históricos de la pobreza y la desigualdad.

Explicables los programas sociales que desde el sexenio pasado redistribuyen la riqueza, pues a pesar de sus fines electorales, han logrado paliar la pobreza y la desigualdad, pero la realidad ha mostrado que no logran revivir la movilidad social que tuvo México hace poco más de medio siglo.

Sin crecimiento económico, cada año será más difícil fondear los programas sociales y al alejarse el horizonte de la permeabilidad social, será una mayoría de millones de personas condenadas a la permanente pobreza y desigualdad.