El pontífice continúa trabajando desde el hospital a pesar de encontrarse no tan bien de salud.
Se dio a conocer por medio de un texto que antes de ser hospitalizado por una neumonía doble, el papa Francisco estaba enfrentando la firme resistencia de algunos de sus propios cardenales a tapar una brecha cada vez mayor en las finanzas del Vaticano.
Este enfrentamiento se dio tres días antes de su hospitalización, cuando el Papa Francisco ordenó la creación de una nueva comisión de alto nivel para fomentar las donaciones a la sede de la Iglesia católica, que cuenta con mil 400 millones de miembros.
La nueva “Comisión de Donaciones para la Santa Sede”, que anunció el Vaticano mientras Francisco pasaba su decimotercer día en el hospital, se creó después de que las propuestas del papa para recortar el presupuesto enfrentaron oposición dentro de la curia romana.
En una reunión a puerta cerrada a finales del año pasado, los jefes de departamento del Vaticano, incluidos cardenales de alto rango, argumentaron contra los recortes y el deseo del papa argentino de buscar financiación externa para solucionar el déficit, dijeron dos altos cargos.
El Papa Francisco, conocido por trabajar hasta la extenuación, ha seguido dirigiendo el Vaticano desde el hospital, ya que a diario se anuncian nombramientos de personal que requieren su aprobación.
El papa lleva varios años tratando de arreglar el presupuesto. Ha recortado los salarios de los cardenales tres veces desde 2021 y exigió un programa de “déficit cero” en septiembre. Pero sus esfuerzos parecen haber tenido poco impacto.
Aunque el Vaticano no ha publicado un informe presupuestario completo desde 2022, el último conjunto de cuentas, aprobado a mediados de 2024, incluía un déficit de 83 millones de euros, dijeron las dos fuentes.
El Vaticano ha operado con déficit durante años reequilibrando las cuentas y recurriendo a los dividendos de sus ingresos por inversiones, la brecha ha crecido significativamente en los últimos años. En 2022, el déficit declarado por el Vaticano fue de 33 millones de euros.
A las preocupaciones presupuestarias se suman las crecientes obligaciones del fondo de pensiones del Vaticano, que el zar de las finanzas vaticanas estimó en unos 631 millones de euros en una entrevista concedida a los medios en
“Los problemas presupuestarios van a obligar al Vaticano a hacer muchas cosas que no quiere hacer“, dijo el reverendo Tom Reese, un sacerdote jesuita y comentarista que ha escrito sobre las finanzas del Vaticano.
El Vaticano puede tener que limitar sus obras de caridad o reducir su presencia diplomática en las embajadas de todo el mundo, dijo.