El gobierno dé Gustavo Petro preocupa a sectores Políticos y ciudadanos, quienes aseguran que sus acciones son un riesgo para la Democracia y el Estado de Derecho en Colombia. Sus constantes críticas a las instituciones e intentos de reformar organismos y confrontaciones con el poder judicial han sido interpretados como señales de un posible debilitamiento de los contrapesos democráticos.
La concentración de poder y la deslegitimación de sectores opositores podrían erosionar la institucionalidad del país. El Congreso y organismos de control han encendido alertas sobre la independencia de los poderes públicos y el respeto a la Constitución, distintos actores políticos han llamado a la defensa de las instituciones democráticas y a la vigilancia ciudadana para evitar retrocesos en la estabilidad del país.