Un grupo de manifestantes salió a las calles de distintas ciudades de Francia para protestar contra la presencia del Islam en Europa. expresando su rechazo a la influencia de esta religión en la sociedad francesa. La manifestación generó posturas divididas entre quienes apoyan su mensaje y quienes lo consideran un acto de intolerancia.
Las autoridades han advertido sobre el aumento de tensiones sociales derivadas de este tipo de protestas, crecen los debates sobre inmigración, identidad nacional en Francia. Organismos de derechos humanos han condenado los hechos y han pedido mayor vigilancia para evitar discursos de odio que puedan incitar a la violencia. Líderes políticos han hecho llamados a la calma y al respeto de la diversidad religiosa en el país.