El aún presidente de Bielorrudia, Alexander Lukashenko, ha vuelto a jurar el cargo como presidente y ha dado inicio así a su séptimo mandato tras unas elecciones que han sido duramente criticadas por sectores de la oposición, que consideran que el proceso ha registrado irregularidades y prácticas fraudulentas.

El mandatario bielorruso, que lleva en el poder más de tres décadas, ha tomado posesión en una ceremonia solemne en el palacio de la Independencia de Minsk, en la capital de Bielorrusia, donde han estado presentes varios altos cargos del Gobierno, así como numerosos invitados.

Lukashenko ha jurado la Constitución del país y ha asegurado que será fiel al pueblo y respetará y protegerá los derechos y libertades de la población.

Se ha comprometido a proteger la Carta Magna, según informaciones recogidas por la agencia estatal bielorrusa BelTA.

El presidente de la Comisión Electoral Central, Igor Karpenko, ha entregado el certificado presidencial a Lukashenko, que ha asegurado que Bielorrusia ha vuelto a elegir la independencia y un futuro con confianza.

“No permitiremos que nadie borre la huella del pueblo bielorruso en la historia, Bielorrusia se ha vuelto cada vez más fuerte a pesar de los que han vendido su patria por un par de préstamos en 2020. La mitad del mundo sueña con una supuesta dictadura como la de nuestro país”, ha señalado Lukashenko en tono irónico, antes de afirmar que el Gobierno no permitirá que estas ideas sean utilizadas para destruir al país.